No lleva ni un mes abierto y ya tiene entre sus comensales a una ganadora del Óscar de Hollywood. En el restaurante Ispal, que la cadena La Raza abrió el pasado 3 de junio junto a los juzgados, se había hecho una reserva para unos clientes extranjeros. Cuando la vieron entrar, la sorpresa fue mayúscula. Se trataba de Gwyneth Paltrow (Los Angeles, 1972).

La actriz y cantante ganadora de un Oscar por Shakespeare in love, de John Madden, es una gran aficionada a España en general y a su gastronomía en particular, como pudo comprobar Pedro Sánchez-Cuerda, director del grupo La Raza, que la describe como "una mujer simpatiquísima y muy agradable de trato".

El grupo La Raza eligió el primer nombre de la ciudad de Sevilla para su nueva aventura gastronómica de Ispal, en el Prado de San Sebastián. Abrió el 3 de junio, el mismo día que el Madrid ganó en Cardiff la duodécima Copa de Europa. Algo parecido debe ser ganar un Oscar, que ya figura en las vitrinas simbólicas de este restaurante que pretende recuperar recetas antiguas de Sevilla o ponerle la impronta de la tierra a la nueva cocina. Alta cocina pero en sus raíces, como el buen cine, el que Paltrow empezó a hacer con un padrino como Steven Spielberg.

Pedro Sánchez-Cuerda la invitó a que estampara su rúbrica en el libro de firmas del restaurante, cosa que hizo encantada. Se expresó en un español correctísimo, aprendido en su etapa de estudiante cuando hizo un intercambio en Talavera de la Reina, capital toledana de la cerámica que la nombró hija adoptiva.

En el restaurante, la actriz hizo un viaje de Cazalla de la Sierra a Constantina, lugares de origen de las bodegas de los dos vinos que probó, Silente, de Colonias de Galeón, y Zancúo. Un viaje enológico por la Sierra Norte para completar la fiesta de sabores que se encontró en la mesa: jamón de la Sierra de Sevilla con regañá suflada, manzanilla de Sanlúcar y agua de tomate de Los Palacios; aperitivo al que acompañaron gazpacho con aceitunas y altramuces y una corvina de las marismas del Guadalquivir en salsa de cabrillas con tomate.

La actriz estudió Historia del Arte en la Universidad de Los Ángeles, especialidad que le vino como anillo al dedo en una de sus últimas interpretaciones, Mortdecai, junto a Johnny Depp, Ewan McGregor y Jeff Golgblum, en la que la trama parte del robo de una pintura de Goya, que tan bien conoció y retrató esas marismas del Guadalquivir a las que la actriz californiana viajó sin moverse del restaurante.

Al terminar, antes de abandonar el local, se fotografió con Pedro Sánchez-Cuerda, director del grupo La Raza, y el equipo de Ispal: Antonio Bort, jefe de cocina; Francisco Núñez, metre del restaurante; y Rafael Bellido, somelier y presidente de la asociación de somelieres de Andalucía. La actriz salió de Ispal y se regaló una clase práctica de Historia del Arte caminando hasta la Giralda.