El reajuste horario de la Junta en los colegios e institutos está provocando una oleada de dimisiones en los centros educativos de la provincia. Tras la renuncia de los coordinadores bilingües a ejercer sus funciones el próximo curso después de que la Consejería de Educación haya disminuido el tiempo del que disponían para organizar dicho programa (reducción horaria), ahora son los coordinadores de los centros con nuevas tecnologías de la información y comunicación (TIC) los que presentan su dimisión.

En el caso de los coordinadores informáticos la disminución del tiempo destinado a la adaptación de los colegios e institutos a las nuevas tecnologías es más drástica que la de los bilingües, ya que se anula la reducción horaria, por lo que dicha función tendrán que realizarla dentro de su jornada lectiva. Los coordinadores consideran que la anulación supondrá que los centros tengan que recurrir a un servicio especializada externo para efectuar dicha adaptación, lo que supondrá un gran sobrecoste para las arcas de la administración andaluza.

Entre las funciones asignadas a estos coordinadores, por la que no reciben remuneración al igual que los bilingües, se encuentran la actualización del software, el acceso a Guadalinex, la creación de grupos de trabajo para difundir las plataformas virtuales creadas por la Junta para sus distintos departamentos y el mantenimiento informático de los centros educativos, que el próximo curso será más importante con la llegada del programa Escuela TIC 2.0 a los institutos, que puede verse perjudicado con estas renuncias.

La dimisión de los coordinadores informáticos se dio a conocer ayer durante la protesta que protagonizaron sus homólogos bilingües ante la sede de la Consejería de Educación, donde entregaron las cartas de renuncias. Por ahora no se sabe cuántos coordinadores TIC dimitirán, aunque todo apunta a que finalmente sean casi tantos como coordinadores bilingües, que superan ya el centenar. Esta decisión se está adoptando también en otras provincias andaluzas, según señalaron varios manifestantes a este periódico.

El descontento por los reajustes horarios de la Junta, que conlleva a un recorte de plantilla en los centros al tener que prescindir de docentes que cubrían las horas que los coordinadores dedicaban a preparar estos programas, también tendrán su efecto entre el profesorado bilingüe, sobre todo el de los institutos, ya que el personal docente que imparte una asignatura en un idioma distinto al español -generalmente en inglés- verán también reducidas sus horas de conversaciones con el personal nativo que sirve de auxiliar en estas clases. A ello se une también las dificultades que están encontrado para lograr una plaza en la Escuela Oficial de Idioma, donde la Consejería no les reserva un cupo para terminar su formación.

El malestar por los reajustes horarios se ha evidenciado estos días entre los sindicatos de enseñanzas y las asociaciones andaluzas de directores que critican la decisión de la Consejería que dirige Francisco Álvarez de la Chica de comunicar dichos cambios en temporada estival. El último sindicato en criticar los nuevos horarios fue la Fete-UGT, cuya secretaria de enseñanza pública, Carmen Lagares, considera que "lo peor" es que Educación justifique los cambios por estar contemplados en los nuevos reglamentos orgánicos de los centros (ROC), que todavía no han sido aprobados por el Consejo de Gobierno de la Junta. Lagares critica que la Consejería de Educación haya enviado unas instrucciones a la dirección de los centros que aún no cuenta con el visto de la administración autonómica.