Sevilla

Una cita con la cultura y la libertad

  • La institución nobiliaria entregó los premios taurinos de la temporada pasada y a los mejores expedientes de la Hispalense. El rector exalta a Adolfo Suárez como ejemplo de concordia.

Una cita con la cultura y la libertad

 La institución nobiliaria entregó los premios taurinos de la temporada pasada y a los mejores expedientes de la Hispalense.   El rector exalta a Adolfo Suárez como ejemplo de concordia.

"Gracias, señor teniente de hermano mayor por esta fiesta de la cultura y de la libertad". Con estas palabras el rector de la Universidad de Sevilla, Antonio Ramírez de Arellano, ponía fin al discurso en la entrega de los premios taurinos y a los mejores expedientes académicos que cada año concede la Real Maestranza de Caballería. Un acto que contó con la asistencia, entre otros, de la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo; el alcalde de la ciudad, Juan Ignacio Zoido; y el arzobispo hispalense, monseñor Juan José Asenjo.

El teniente de hermano mayor de la institución nobiliaria, Javier Benjumea, abrió la ceremonia recordando que se cumple medio siglo de que se constituyeran los trofeos taurinos, cuando el actual puesto que él ocupa lo ostentaba Juan María Maestre y Lasso de la Vega. En 1966 se entregaron por primera vez los reconocimientos universitarios a alumnos de la Hispalense. Aquel año fueron cinco, en esta ocasión han sido 26. Una evolución en la que dichos premios se han convertido en todo un referente en el ámbito académico.

Benjumea mencionó, en este sentido, la vinculación que la Real Maestranza mantiene con la Universidad de Sevilla, como la Cátedra Ignacio Sánchez Mejías de Comunicación y Tauromaquia o "la labor editorial" mediante la que se publican varias obras relacionadas con el mundo taurino.

En la implicación de la institución nobiliaria en el mundo de la cultura sevillana, Javier Benjuema detalló las labores de mecenazgo que lleva a cabo e, incluso, los carteles de los más reconocidos pintores que han servido para anunciar la temporada taurina desde 1994. Tampoco se olvidó de mencionar una "dedicación" que considera "fundamental" en la actualidad: el trabajo benéfico-social, "que siempre está entre nuestras prioridades".

Antes de que los premiados recogieran su galardón, el rector de la Universidad de Sevilla, Antonio Ramírez de Arellano, pronunció un discurso en el que abogó por la libertad y la excelencia. Comenzó su intervención refiriéndose a la reciente muerte de Adolfo Suárez, del que elogió su espíritu de concordia. Por tal motivo, subrayó que este logro "nunca se impone, se busca en común y se realiza con el esfuerzo de todos". "Mientras no aparezca otro César, luchemos al menos por apartar de la esfera pública a los Brutos y Casios que erosionan nuestra convivencia", refirió Ramírez de Arellano sobre la necesidad de alcanzar un consenso en la sociedad actual.

Para el rector de la Hispalense hay un nexo de unión entre maestrantes, universitarios y taurinos: "El culto a la excelencia y la valoración ética de los comportamientos". En esta línea, insistió en que "en nuestro mundo no escasea la inteligencia, sino la constancia y la voluntad de hacer correctamente las cosas". "En tiempos donde lo que sobresale es lo vulgar y lo mediocre, debemos reconocer a quienes ejercen la virtud de forma sobresaliente", abundó Ramírez de Arellano, quien hizo hincapié en la libertad como base fundamental para lograr la excelencia: "Sin libertad de pensamiento, de expresión y de enseñanza es imposible formar personas libres".

No pasó por alto el rector de la Hispalense las actuales circunstancias a las que se enfrenta el mundo universtario y el taurino. "Tiempos difíciles para la universidad. Tiempos complicados para el toreo y tiempos oscuros para el mundo de la cultura". Ámbitos sobre los que, según Ramírez de Arellano, conciernen dos peligros: "La primacía de una visión mercantilista, puramente funcional, y la proliferación de liberticidas, quienes bajo la apariencia de defensores del progreso, sólo quieren cercenar nuestros derechos". El discurso concluyó con la aseveración de que a universitarios y taurinos les une "la misma pasión por la verdad, la bondad y la belleza".

Acto seguido los premiados recibieron su galardón sin que se encontrara el torero Julián López El Juli (triunfador de la pasada Feria), que este año no figura en los carteles. En su nombre lo recogió su mozo de espadas.

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