Las hermandades de vísperas haciendo estación de penitencia en sus barrios en vez de ir a la Catedral pasando por la ansiada Campana, cofradías que cambian de día y de orden, cortejos sin números clausus, reestructuración de la carrera oficial, cambios en la forma de ver la Semana Santa debido a los medios de comunicación y las nuevas tecnologías, hermandades que se tendrán que adaptar al lenguaje de los jóvenes para poder llegar a ellos, el fenómeno de la globalización en el universo cofradiero, la colaboración recíproca con los poderes civiles...Así es como Adolfo Arenas, presidente del Consejo de Cofradías, se imagina las Semanas Santas del futuro.

Arenas, ponente en la noche de ayer del Foro de la Fundación Antares, sacó la bola de cristal para relatar cómo ve él, tras analizar el pasado y el presente de la Semana Santa, su futuro. Desde su ponderada atalaya de veterano cofrade, a la que une la de dirigente, Arenas analizó, una a una, las diversas circunstáncias que pueden influir en el devenir de la primera fiesta de la ciudad.

Especial hincapié hizo con las hermandades de vísperas y su incorporación a la nómina, asegurando que el "campo tiene verjas", y que llegará un momento en el que ninguna más podrá ir a la Catedral: "Sus barrios le podrán dar mucho más a estas cofradías ".

Aventuró que "seremos testigos de cambios de día y de orden en las nóminas, porque los ha habido a lo largo de la historia". Se referió al tema de las subvenciones, indicando que no es partidario de la autofinanciación, y sí de esa colaboración recíproca que hay actualmente entre los poderes civiles y las hermandades, "Tú me das y yo te devuelvo mucho más".

Adolfo Arenas también hizo referencia a la "reestructuración necesaria" de la carrera oficial, y se mostró contrario a la imposición de numerus clausus en los cortejos, "puesto que los que hacen estación de penitencia son los nazarenos, no los pasos ni las imágenes". Por último también se aventuró a comentar que habrá cambios en la estética de los pasos o en la forma en que los costaleros tienen de hacer las levantás: "Habrá que hacerlas a pulso aliviado para que las imágenes no sufran".