La Confederación Provincial de Comerciantes de Sevilla (Aprocom) calificó hoy de "loable" el fallo judicial del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que condena al Ayuntamiento hispalense al pago de 495.306 euros en concepto de indemnización a Joyería Román por una actuación negligente de la Policía Local que propició el robo que el negocio sufrió en 2001, criticando en este sentido la "falta de coordinación" policial que causó el delito.

El miembro de la Junta Directiva de Aprocom y vicepresidente de los comerciantes del centro, Tomás González, indicó a Europa Press que "a un establecimiento como una joyería se le exige de manera imprescindible para obtener licencia la instalación de medidas de seguridad, por lo que lo menos que debe tener es protección policial, sea del cuerpo que sea, y ahí es donde entre la coordinación".

Dado que efectivos de la Policía Local acudieron al lugar de los hechos alertados por el hecho de que la alarma de la joyería hubiese comenzado a sonar, González señaló que "seguramente lo primero que se tenía que haber hecho es cercar la manzana y cerciorarse de que no había nadie dentro del local, o ponerse en contacto con la central de la Policía Nacional", con la que la alarma estaba conectada, "entre otras cosas porque el propietario está obligado por ley".

"Creemos que no se actuó correctamente", insistió el directivo de Aprocom, que señaló que el colectivo de comerciantes espera que del fallo de esta instancia judicial se devengan las medidas oportunas "para que esto no vuelva a ocurrir", extremo asegurado ayer en rueda de prensa por el portavoz del Equipo de Gobierno, Emilio Carrillo.

Con respecto a la argumentación de que la Policía Local no tiene las competencias en materia de resolución de delitos, González aseguró que "es una falta de respeto tremenda y no es de recibo querer escurrir el bulto y echar la culpa a la acera de enfrente".

A su juicio, el caso de la Joyería Román era "la oportunidad perfecta" para haber demostrado la coordinación que se le presupone a los cuerpos policiales, "porque las fuerzas de seguridad estaban obligadas a constatar que no existía nada raro".

El vicepresidente de los comerciantes del centro –el negocio víctima de la sustracción se ubica en la calle Rioja– concluyó indicando que el dueño de la joyería "estima que se ha hecho justicia en parte, aunque le ha costado una lucha de seis años".

En cuanto a la posibilidad de recurrir el fallo, el Ayuntamiento ya señaló ayer que los servicios jurídicos han de dilucidar si tal iniciativa es posible, aunque la corporación espera recurrir en el caso de que le esté permitido.