La consejera de Obras Públicas, Rosa Aguilar, intentó ayer por activa y por pasiva demostrar la escasa repercusión que tendrá el plan de reprogramación de su departamento en las infraestructuras en  fase de ejecución y previstas en el área metropolitana de Sevilla y la provincia. Y aunque el Ejecutivo se fajó en proclamar que mantiene el ritmo de las obras en más de la mitad de los kilómetros de carretera y una leve incidencia en el transporte ferroviario, lo cierto es que algunas de las inversiones más emblemáticas y claves para el desarrollo y progreso de la zona van a resultar seriamente afectadas por los planes de la Junta.

Así, sobre el ya histórico retraso del tranvía del Aljarafe, que arrastra una demora considerable, habrá que sumar ahora la dilatación en el tiempo que trae aparejada la intención del Gobierno autonómico. Esta inversión se remonta a los tiempos en que fue titular de la cartera Concha Gutiérrez.

Y una situación similar se padecerá en los proyectos de Dos Hermanas y Alcalá, donde -al igual que en la zona del Aljarafe- las plataformas tranviarias no sólo tien en afección con respecto al transporte público, sino también en materia de urbanismo. Muchos de los planes de crecimiento y desarrollo de estos municipios cuentan con proyectos urbanísticos íntimamente ligados a esas plataformas, por lo que una demora de éstas afectará considerablemente a la regulación en materia de urbanismo.

La Junta sí admitió ayer que en esta reprogramación sí está incluida una "deriva en el tiempo" del tramo autonómico del eje ferroviario transversal que conectará Santa Justa con el aeropuerto. La demora en su inicio se fija ahora de seis meses y será objeto de trabajo por parte de una comisión específica que Obras Públicas constituirá en septiembre con el Ministerio de Fomento, responsable del resto del trazado del Eje Ferroviario Transversal entre Antequera y Granada.

El pasillo es fundamental para la conexión ferroviaria entre Sevilla y Málaga. Aunque la consejera no dio datos sobre este particular, todo apunta a que los plazos de la obra, ya licitada, sufrirán el baile al que la somete la reprogramación, por lo que el aeropuerto hispalense tardará aún más en estar conectado con el gran intercambiador ferroviario de la comunidad que constituye la estación de Santa Justa.

Y de vuelta a la carretera, otro tramo clave padecerá el golpe del reajuste gubernamental. Se trata del Nuevo Acceso Norte a Sevilla. El proyecto culminado suma en este momento 2,50 kilómetros. Su conclusión -y ulterior funcionamiento- es vital para todo el área metropolitana, toda vez que el segundo tramo es básico para la operación urbanística de Pago de Enmedio, la más grande de Sevilla junto con las de Dos Hermanas y el Cortijo de Cuarto. Dicha operación sufrirá la merma de la demora, en unos tiempos que, no hay que olvidar, ya están teñidos del ambiente preelectoral de los próximos comicios municipales, en mayo del próximo año.