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Juan Carlos Cabrera. Delegado de Seguridad, Movilidad y Fiestas mayores.

"La seguridad contribuye a enaltecer el sentido religioso de la Semana Santa"

  • Su primera Semana Santa ha sido un éxito Ha sido felicitado por IU, Participa Sevilla y las cofradías. Afronta una Feria que no descarta ampliar en dos días a partir de 2017.

En la Madrugada de 2000 pasó miedo en la calle, cuando se hallaba entre el público que salió corriendo por diversas zonas de la ciudad en varios momentos. Hace años que no sale de nazareno en la Macarena, su cofradía desde niño. Juan Carlos Cabrera (Sevilla, 1965) es el concejal socialista que ha vallado la Semana Santa para restituir el orden de una fiesta lastrada por los desagradables sucesos de las Madrugadas de 2000, 2008 y 2015, cuando se vino abajo la leyenda del saber estar de los sevillanos y la Semana Santa se reveló como un acontecimiento vulnerable. Fuera de micrófono no oculta su primera impresión de la Semana Santa al estudiar su planificación en los meses de otoño: "Esto estaba cogido con alfileres". Afiliado al PSOE en 1994, Cabrera ha trabajado la principal fiesta de la ciudad en perfecta (y necesaria) armonía con los delegados del Gobierno del PP: Antonio Sanz, brazo derecho de Javier Arenas, y Felisa Panadero, una solvente secretaria judicial a la que Arenas confió en su día el principal despacho de la Torre Norte de la Plaza de España. Ni este concejal ni sus principales colaboradores restan un ápice de mérito tanto en público como en privado a la labor fundamental de Sanz y Panadero para que la Semana Santa se haya celebrado con la máxima garantía de seguridad. El número de agentes de la Policía Nacional se aumentó de forma notable y el propio delegado del Gobierno ha estado muy encima del caso especial de Sevilla. El aplauso de las cofradías, al menos de la clase dirigente, ha sido unánime. Ninguna instancia oficial ha desaprobado un plan de seguridad que, en algunos casos, alejaba tal vez en exceso al público de los cortejos generando cierta frialdad pero garantizando la seguridad y la facilidad de los desplazamientos. No le ha gustado nada el tono de algunos mensajes formulados de forma aislada en las redes sociales por personal de confianza del Ayuntamiento, unos mensajes que considera, cuando menos, irresponsables al tratarse de cuestiones de seguridad ciudadana. Su reto inminente es la Feria de Abril, cuyo horario es cada vez más tardío y donde la botellona es una amenaza en los aledaños de la portada y en las calles de Los Remedios. Cabrera es visto como el ala conservadora del gobierno de Juan Espadas, el interlocutor necesario de todo ejecutivo con los sectores más tradicionales de la ciudad. Con su hermano mayor de la Macarena, el ex concejal del PP Manuel García, tiene una relación muy fluida.

-En su intervención en el acto del Pregón, que siempre se examina con lupa, usted habló sin complejos de fe, esperanza y caridad. Ahora ha logrado una Semana Santa sin incidentes, simbolizada en una Madrugada en la que la ciudad se ha reencontrado con su noche más hermosa. ¿Cree que el alcalde y usted se han ganado a la siempre difícil Sevilla Eterna?

-Ganada, no. Lo que sí está es satisfecha. Mi obligación es responder a las inquietudes que tenía no ya la Sevilla Eterna, sino cualquier ciudadano amante de sus tradiciones o que simplemente se sienta integrado en su ciudad. Hemos tomado una serie de medidas para lograr el objetivo que se nos exigía a los responsables públicos. En parte creo que hemos respondido a esas inquietudes.

-¿Le ha sorprendido alguna actitud o reacción contraria a las medidas tomadas en Semana Santa para garantizar el orden? Las vallas en lugares clave no han estado exentas de críticas, algunas tal vez duras o inesperadas…

-Esperaba mayor cohesión del Ayuntamiento como institución de cara a un problema que tenía la ciudad y ante el que había que tomar medidas, siempre pensando en el interés y en el bien común. Me hubiera gustado que esa cohesión de todo el Ayuntamiento se hubiera mantenido en las redes sociales, máxime cuando se ha tratado de un esfuerzo común junto con la Delegación del Gobierno en Andalucía y la Subdelegación del Gobierno en Sevilla, que han acompañado a este Ayuntamiento con todo su esfuerzo.

-¿Le ha sorprendido gratamente la colaboración de algunos responsables públicos?

-La subdelegada del Gobierno, Felisa Panadero, no me ha sorprendido porque desde que tomé posesión sabía de su forma de trabajar, de su talante y de su forma de ser. Me ha sorprendido la actitud del delegado del Gobierno, una persona responsable y con las ideas claras sobre cuál debe ser la labor de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en la Semana Santa de Sevilla. He tenido un apoyo necesario y grato del delegado del Gobierno.

-Con el Arzobispado no se habló en ningún momento de los planes de seguridad. Tampoco la autoridad eclesiástica se ha quejado al entender que se trata de cuestiones técnicas que, aunque incumban a las cofradías, no son de su competencia.

-No se consultó porque entendía que se trataba de materia de seguridad. Y esa apuesta por la seguridad generaba de forma muy directa mayor recogimiento y respeto para con las cofradías en la calle. Contaba ya con la postura muy favorable del Consejo de Cofradías con respecto a las nuevas medidas. Y conociendo al arzobispo como lo conozco, tuve claro que el plan de seguridad iba a enaltecer aún más el sentido religioso de la Semana Santa al garantizarse un mayor respeto y un mayor recogimiento. Por eso no sentí la necesidad de elevar ninguna consulta. Sabía que el arzobispo iba a estar contento. Las hermandades nos han venido pidiendo medidas para sentirse más respetadas en la calle, para lograr más respeto hacia sus cuerpos de nazarenos, donde no se olvide nunca que hay menores, adultos, personas de promesa y que, incluso, salen con alguna enfermedad… Apostando por la seguridad se conseguía ese respeto hacia los nazarenos, se lograba facilidad para cumplir los horarios y, por supuesto, mayor tranquilidad para el público que acude a ver las cofradías. Todos los efectos eran positivos. La clave estaba en la seguridad.

-La pena, quizás, es que ahora hacen falta vallas en lugares estratégicos para garantizar un orden que antes venía de garantizado de suyo con la vieja teoría de la bulla que sabía organizarse. Digamos que el sevillano ya no se sabe organizar.

-Sí… La tradicional bulla en la que todos sabíamos movernos se había convertido en una avalancha participada por personas que ni quieren la Semana Santa ni la respetan. A esto hay que unir las botellonas. Convenía tener muy claro que la botellona es incompatible con la Semana Santa.

-Usted es macareno. No oculta sus creencias, ni su educación en valores cristianos. Permítame una pregunta. ¿Se siente a gusto en el PSOE actual, donde un día sí y otro no se echa mano del anticlericalismo de escaparate para recuperar votos a la izquierda de la izquierda? ¿No se hubiera sentido usted más cómodo quizás en el PSOE de los años de Felipe González?

-Uno es lo que es. Y a este respecto uno no debe ni siquiera atender a los momentos en los que el partido está inmerso. Somos muchos los socialistas que nos sentimos cristianos. Y que incluso pensamos que, precisamente, hay valores del cristianismo que coinciden con los valores del socialismo: justicia social, redistribución de las riquezas e igualdad. Por tanto, me siento cómodo en el partido. No hay nada incompatible. Siempre defenderé mis ideas religiosas, evidentemente.

-¿Los grupos políticos que apoyaron la investidura de Juan Espadas como alcalde, Participa Sevilla e Izquierda Unida, le han comentado algo sobre la gestión de su primera Semana Santa? ¿Se interesan por la Delegación de Fiestas Mayores?

-Me han felicitado por lo bien que ha discurrido la Semana Santa. Habitualmente tienen más interés por el área de Movilidad que por las Fiestas Mayores.

-La Semana Santa se mete en cintura con la reordenación de hasta 17 lugares del centro. ¿Se puede reordenar la Feria de alguna forma para que comience más temprano? Se ha perdido casi al completo el horario de mañana.

-Lo que sí tendremos a punto son todos los servicios municipales desde el fin de semana previo. No podemos negar la realidad. Que la Feria comience antes cada día depende ya del sevillano y de la sevillana. A mí, desde luego, me gusta más la Feria de día que de noche. Hay una parte de la ciudad que es más de la Feria de día y otra parte que es de la Feria de noche. El dispositivo municipal estará preparado tanto para un horario como para otro.

-¿Cómo se articulará esa consulta popular que ha anunciado el alcalde sobre la Feria de 2017 y la opción de incluir oficialmente la que ahora se conoce como la pre-Feria?

-Habrá un cauce reglamentario para que los ciudadanos y ciudadanas puedan pronunciarse sobre lo que el alcalde les pregunta. Y se les preguntará con preferencia si desean que la Feria se inicie oficialmente el fin de semana anterior.

-La Feria puede que comience entonces la noche del viernes al sábado del fin de semana previo.

-Claro. Y este mismo año ya habrá otras novedades. El botón del alumbrao será activado por un niño. Y ese mismo acto del alumbrao será realzado con actuaciones de miembros de la Escuela de Danza en un escenario montado al efecto.

-¿Qué ocurrirá este año con la Caseta Municipal? Zoido decidió su clausura los primeros años del mandato para después reabrirla, pero con menos actividad que en los años previos a la crisis.

-Yo voy a abrirla con plenitud. La caseta del Ayuntamiento es la caseta de la ciudad. Va a estar abierta de día y de noche. La ciudad recibirá en ella a quien tiene que recibir. La Feria es una traslación y concentración de todos los sevillanos durante unos días a un sitio. Y la ciudad también se concentra allí a todos los efectos.

-¿Investigará su delegación los casos de alquileres de casetas? ¿Contará con detectives, como hace el Consejo de Cofradías desde 2012 para los casos de reventa de abonos en la carrera oficial?

-[Algunas risas] En la Feria no sólo estará la Línea Verde de la Policía Local, sino todos los operativos que vigilarán cualquier irregularidad que se produzca. La caseta que detectemos que ha sido alquilada, no podrá ser renovada por su titular el próximo año.

-¿Tendrá usted el mismo éxito que con la Semana Santa que a la hora de negociar con el polémico sindicato mayoritario de la Policía Local?

-Estoy en ello. Creo que los ciudadanos y ciudadanas han percibido en la Semana Santa que tienen a su Policía Local próxima. Esta Semana Santa ha mejorado la imagen del cuerpo. La gente ha visto a sus agentes realizar todo tipo de labores. Estoy muy contento porque los agentes se han sentido queridos y valorados en la calle. Y esto contribuye muy mucho a potenciar la imagen de la Policía Local y a que los agentes se vean motivados para seguir trabajando con más respeto por parte del ciudadano. Éste es mi objetivo no sólo de Semana Santa y Feria, sino de cuatro años. Hay que satisfacer también demandas históricas que los agentes venían solicitando. Trabajamos en ello. Estoy convencido de que la Policía Local está respondiendo a ese cariño que el alcalde está dando al cuerpo. Los agentes se están apuntando voluntariamente a cubrir servicios de la Feria. Quiero que la Policía Local sea vista por las calles de la Feria al servicio de cualquier necesidad de un ciudadano, desde el caso de un niño perdido al de una persona que se ponga enferma.

-¿Se volvería colocar en la solapa el escudo del sindicato mayoritario de la Policía Local en el acto de toma de posesión como concejal?

-Me volvería a poner cualquier escudito que responda a algo tan importante para la vida de este concejal como el cumplimiento de la palabra dada. Dije que me lo pondría el día que tomáramos posesión como gobierno, porque tuve claro que gobernaríamos en Sevilla. Y soy hombre de palabra. No hay más razones, así de sencillo.

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