Amante de las artes plásticas por vocación y apasionado del flamenco por devoción, en varias ocasiones ha buscado aunar música y pintura en un mismo lienzo, como en la exposición que montó en 2003 en Straldsund (Alemania), a donde marchó tras terminar la especialidad de Pintura en la Facultad de Bellas Artes de Sevilla. Regresó al cabo de dos años para "recuperar la magia" y actualmente la que fuera su facultad acoge la exposición de las obras seleccionadas del XIV Premio Nacional de Artes Plásticas de la Universidad de Sevilla, donde su obra Café para ab-zurdos logró el primer premio en la modalidad de pintura. Un reconocimiento de prestigio que dará a conocer a este pintor luchador, reconvertido a veces en decorador y diseñador. Junto a Raquel Maireles llevó a cabo esta obra premiada, ya que Conradi defiende los cuadros hechos "a cuatro manos". Con la Fundación Verbum llevaron a cabo una iniciativa de este tipo en la Plaza de San Pedro, y los que mejor respondieron fueron los niños, "artistas no contaminados", y a quienes da clase en el Distrito Alcosa. Aficionado a exposiciones colectivas, en Londres participó en una en 2006 y actualmente expone en el Centro Andaluz de Flamenco, en Jerez, además de tener lista otra en Sanlúcar para marzo. Conradi reconoce haber pasado por varias etapas en su pintura, pero siempre como "terapia y análisis".