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Sevilla

El juez deja libre al marchante de arte reclamado por el FBI

  • A José Carlos Bergantiños, detenido en un hotel de la Buhaira, se le acusa de participar en una estafa de 80 millones de dólares.

El juez de Instrucción 4 de Sevilla, en funciones de guardia, dejó el pasado sábado en libertad a José Carlos Bergantiños Díaz, el marchante de arte gallego reclamado por el FBI que fue detenido en Sevilla el Viernes Santo. La puesta en libertad de Bergantiños responde a un exhorto emitido por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, ante el que  el marchante tendría que haber declarado el sábado. Finalmente lo hizo en Sevilla al sufrir un problema de salud tras su detención. A Bergantiños se le iba a retirar el pasaporte para que no pudiera salir de España, pero al no llevar este documento encima y asegurar que lo había extraviado, el juez le impuso la obligación de comparecer a diario ante la Audiencia Nacional o, en su defecto, ante el juzgado más próximo a su domicilio, según informaron este martes a este periódico fuentes judiciales. 

 

Bergantiños, de 59 años, fue detenido el Viernes Santo tras hospedarse con su nombre y apellidos en un hotel de la avenida de la Buhaira, en compañía de una joven dominicana de 23 años que aseguraba ser su mujer. La reclamación que pesa sobre él, emitida por el FBI y cursada a través de Interpol, se activó tras el check in en el hotel. La Policía se presentó en el establecimiento y arrestó a Bergantiños, quien sufrió un desmayo y tuvo que ser trasladado al Hospital Virgen del Rocío, donde fue atendido y donde estuvo varias horas. 

 

Por ello, no fue trasladado a Madrid para prestar declaración ante la Audiencia Nacional, como estaba previsto, sino que compareció ante el juzgado de guardia de Sevilla. Lo hizo la mañana del Sábado Santo y estuvo asistido por un abogado llegado expresamente desde Lugo. Este periódico contactó este martes con el representante legal del marchante, que prefirió no hacer ninguna declaración sobre la situación procesal de su cliente.

 

La Justicia estadounidense busca a José Carlos Bergantiños Díaz por su presunta relación con una estafa millonaria en el mercado de obras de arte. La estafa, de la que su ex mujer sería el cerebro, ascendería a más de 80 millones de dólares. La ex pareja de Bergantiños, la mexicana Glafira Rosales, reconoció ante un juez federal de Nueva York haber vendido durante casi 15 años decenas de pinturas falsas de arte moderno a dos prestigiosas galerías neoyorquinas.

 

Esta trama habría pagado a un pintor chino residente en Queens, Pei-Shen Qian, para que falsificara una serie de obras de autores como Mark Rothko, Willem de Kooning, Jackson Pollock o Robert Motherwell, entre otros. Bergantiños habría conocido al artista chino cuando pintaba en la calle y le habría ofrecido unos cientos de dólares por pintar reproducciones de las obras de los grandes maestros del expresionismo abstracto. Luego, a Bergantiños y a su ex mujer se les acusa de aplicar un secador de pelo para darle a los cuadros la pátina del tiempo.

 

Después, las reproducciones eran vendidas como auténticas a al menos dos galerías de arte. La investigación surgió en diciembre de 2011, cuando un coleccionista belga afincado en Londres, Pierre Lagrange, quiso subastar en Christie's un cuadro de Pollock que había adquirido en 2007 en la galería Knoedler & Company de Nueva York por 7 millones de dólares. Christie's la rechazó por no ser auténtica. A raíz de esto, el belga contactó con distintos expertos que coincidieron en que le habían engañado. Presentó una demanda contra la galería, que acababa de cerrar.

 

El FBI inició una investigación que dio con la presunta trama liderada por Glafira Rosales. La mexicana se declaró el año pasado culpable de estafa por falsificación de arte, lavado de dinero y evasión de impuestos. Por estos delitos se enfrenta ahora a una pena que podría ascender hasta los 99 años de cárcel. A su ex compañero sentimental se le acusa de complicidad con estos cargos, ya que era presuntamente él quien encargaba los cuadros al chino.

Éste llegó a mostrarse orgulloso de la calidad de sus obras, que fue reflejada en el informe policial del caso. En una entrevista con Bloomberg, Pei-Shen Qian aseguró que tenía "una extraña sensación" porque "el FBI dijo que las falsificaciones fueron hechas por las manos de un genio". "Bueno, ese soy yo", apuntó, al tiempo que se exculpó de cualquier delito con la siguiente frase. "Fabriqué un cuchillo para cortar fruta, pero si otros lo utilizan para matar es injusto echarme la culpa".

 

Junto con Bergantiños fue detenido en Galicia su hermano mayor, Jesús, con quien tiene una cuenta abierta en el BBVA con 1.850.000 euros. Sobre el hermano mayor, que también quedó en libertad tras declarar en la Audiencia Nacional, también pesa una reclamación de EEUU. Ambos se negaron a ser extraditados. El domingo tenían previsto asistir a la boda de su hermano pequeño.

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