Cinco personas secuestraron el pasado mes de diciembre a un hombre de 78 años para robarle 500 euros y una cámara de fotos de la marca Polaroid, que fue lo único de valor que hallaron en el interior de la vivienda. Los ladrones golpearon repetidamente a la víctima para que les dijera cuál era el piso en el que vivía, ya que le habían robado las llaves. Obtuvieron esa información a golpes y abandonaron al anciano en un camino de tierra, malherido, atado de pies y manos y con la boca tapada con cinta americana. El robo sucedió en diciembre, pero no ha sido hasta ahora cuando la Policía Nacional ha esclarecido el caso y detenido a los cinco presuntos autores del mismo. El juez los ha enviado a prisión.

Los hechos ocurrieron sobre las nueve de la noche de un día del mes de diciembre de 2016 en la calle Radio Sevilla, muy cerca del río Guadalquivir, entre el mercado del Barranco y la estación de autobuses de la Plaza de Armas.

Los ladrones esperaron a la víctima en la puerta de su casa, en un bloque de esta calle. Sabían que ese día podían llevar dinero encima y creían que habría más en el interior de la vivienda. El anciano es propietario de un taller mecánico de Tomares y regresaba a su piso. Ya era noche cerrada y el lugar estaba solitario. Uno de los delincuentes había entrado antes en el portal para tratar de averiguar cuál era la vivienda de su objetivo, pero no había logrado hacerlo. Cuando éste llegó al bloque, uno de los ladrones le golpeó y lo llevó hasta un coche aparcado en las inmediaciones, donde siguieron dándole golpes, según informó este lunes la Jefatura Superior de Policía en un comunicado.

Los asaltantes golpearon a la víctima, que abandonaron en un camino de tierra

Una cámara de videovigilancia del edificio captó el momento en el que uno de los ladrones entraba en el portal y miraba los buzones tratando de averiguar el domicilio de la víctima, primero, y el momento en que ésta era golpeada y llevada hasta el coche, después. Lo único que se veía en la imagen era un vehículo de color blanco, que sería la pista que permitiría a los investigadores dar con los ladrones.En el coche, los secuestradores le quitaron al anciano las llaves de su casa y el dinero que llevaba encima, que eran 500 euros. Siguieron golpeándolo reiteradamente para que les revelara cuál era su domicilio. Los asaltantes arrancaron el vehículo y dieron varias vueltas por Sevilla durante horas, con la víctima en el interior recibiendo una paliza. El hombre, finalmente, les dijo a los secuestradores dónde vivía. Éstos, en vez de llevarlo de vuelta a casa, lo ataron de pies y manos con unas bridas de plástico y le taparon la boca con cinta americana. Una vez hecho esto, lo abandonaron en un camino de tierra próximo a Tablada.

Los asaltantes se dirigieron al piso. Ya de madrugada, entraron con las llaves sustraídas al anciano y registraron la vivienda, pero no hallaron dinero alguno en el interior de la misma. Lo único que sustrajeron fue una cámara Polaroid. Por su parte, el anciano logró desatarse a duras penas y llegó caminando hasta una gasolinera cercana. Allí, en un principio, viendo el estado en el que se encontraba, pensaron que se trataba de un borracho. Sin embargo, el hombre pudo contar al empleado lo que le había ocurrido y ya pudo llamar a la Policía, que lo atendió y trasladó a un centro sanitario para que lo curaran de sus heridas. Una vez hecho esto, el hombre presentó la correspondiente denuncia y la investigación recayó en el Grupo de Atracos, que es la unidad de la Policía Nacional que se encarga de los casos de secuestro e incidentes con rehenes.

La única pista que tenía la Policía era un coche blanco que aparecía en una grabación

Los investigadores examinaron minuciosamente la grabación de las cámaras de seguridad del edificio e iniciaron la búsqueda de los autores del secuestro con el coche blanco como punto de partida. Tras varias semanas, los agentes lograron identificar el vehículo utilizado en el robo, que estaba matriculado en Camas. Los policías localizaron el coche en La Pañoleta y lo sometieron a una vigilancia estricta pero discreta, así como a un continuo seguimiento. Fruto de este trabajo dieron con el conductor habitual de este vehículo, que es uno de los presuntos autores del asalto al anciano.

Otra línea de investigación llevó a identificar al segundo de los autores, que también es vecino de la barriada de La Pañoleta. El 8 de mayo fueron detenidos estos dos sospechosos y se intervino el vehículo que emplearon para el secuestro. Los otros tres participantes en los hechos fueron detenidos los días 9 y 10 de mayo en las localidades de Mairena del Aljarafe, Camas y Bormujos. Los cinco arrestados fueron puestos a disposición de la autoridad judicial, que decretó el ingreso en prisión de todos ellos como presuntos autores de un delito de detención ilegal, otro de robo con violencia y otro de lesiones.