Si al mirar al cielo observa un ave que hasta ese momento desconocía o si al pasear por la ciudad tropieza en su camino con un erizo, no se extrañe, seguramente estas especies hayan estado cerca de usted en más de una ocasión, simplemente han pasado desapercibidas entre el ajetreo de la ciudad o, al menos, eso es lo que Miguel David Aguilar, responsable de la campaña La Fauna Urbana de Sevilla, está comprobando en los resultados que obtiene de sus visitas a los distintos centros educativos, centros cívicos y facultades. Organizada por la Asociación Hombre y Territorio, de la que también es miembro fundador, esta campaña pretende estudiar y conservar el patrimonio natural que habita en la urbe con el fin de protegerla. Entre los grupos zoológicos, "el que mejor conocen son las aves, y entre ellas destacan las palomas y los gorriones -se pueden observar más de 150 especies-", señala el biólogo encargado de repartir unos cuadernos donde los alumnos indican el lugar, la especie y el número de veces que la han visto. Entre los problemas que más inciden sobre esta fauna: el crecimiento de la ciudad que provoca que algunos animales como el murciélago se reduzcan "considerablemente", aclara Miguel David Aguilar, quien destaca como la campaña se apoya en un audiovisual y paneles informativos, "ya que conocerlos es el primer paso para su conservación".