El problema del agua Jornadas en la Universidad de Sevilla sobre el modelo de gestión hídrica actual

Otra excusa para ahorrar agua

  • Expertos universitarios españoles coinciden en la necesidad de subir la tarifa del agua para que sea el usuario el que pague las grandes infraestructuras hidráulicas, como el nuevo pantano de Melonares

Es una decisión inexorable. La subida de la factura del agua llegará más pronto que tarde, puesto que así lo ordena la Directiva Marco del Agua (DMA) aprobada por la Comisión Europea, y así lo recordaron ayer varios expertos universitarios que se dieron cita en Sevilla para debatir sobre las nuevas políticas del agua. Estos expertos recordaron que Europa obliga a los estados a que repercutan los costes de todas sus inversiones en infraestructuras hidráulicas -como el pantano de Melonares o las conducciones- en el precio del agua y que España, por una cuestión política, aún no aplica esta directriz, lo que provoca que el precio del agua sea hasta seis veces inferior al de Inglaterra o Dinamarca, países que no tienen ningún problema de escasez de agua.

El profesor de la Universidad de Zaragoza Pedro Arrojo planteó la necesidad de realizar una reforma tarifaria a nivel nacional de forma que cada administración local o autonómica -competentes en el establecimiento de estas tarifas- incluya en la factura el coste de las infraestructuras "y con el fin también de priorizar una política de gestión de la demanda, en lugar de la oferta", es decir, buscar más una reducción del consumo de los usuarios en lugar de ofrecer nuevas ofertas como nuevos pantanos, en el caso de Sevilla con Melonares, o desalinizadoras, en el caso de Almería. "Se trata, en definitiva, de mostrar a los ciudadanos que también tienen deberes sobre el agua, y no sólo derechos", concluyó.

En Sevilla, por ejemplo, el precio del agua ha aumentado en los últimos años según el IPC, unos incrementos que no responden en absoluto a esta política impulsada desde Europa para que los usuarios paguen las infraestructuras.

En una línea similar se mostró el catedrático de la Universidad de Valencia Enrique Cabrera, que mantuvo que esta subida de tarifas "debe servir para mejorar las instalaciones de cada sistema de abastecimiento y evitar problemas, puesto que con el sistema actual resulta más barato para las empresas dejar escapar el agua por las fugas que ejecutar inversiones globales que acaben con estos problemas de una vez". Enrique Cabrera contó la anécdota de la sorpresa de un responsable de un sistema de abastecimiento de Inglaterra ante la diferencia de precios del agua en España y su país, seis veces más alto. "Hasta el momento, la gestión de la demanda se ha limitado a las campañas de concienciación y a los cortes de agua. Hay que actuar con las tarifas para que esta gestión se más efectiva".

En estos momentos, Emasesa prepara un plan de inversiones para los próximos años que ya se verá reflejado en la tarifa -más allá de esa subida anual del IPC- y la Junta de Andalucía tiene ya lista su ley de aguas, que también recoge una tasa para sufragar estas actuaciones, como el mismo pantano de Melonares que, en principio, se integra en ese paquete de actuaciones rechazadas ayer en este foro por cuanto actúan sobre la oferta de agua.

También se mostró a favor de esta subida de tasas el profesor de la Universidad de Sevilla, y organizador del foro de ayer, Leandro del Moral, que recordó que obras como el pantano de Melonares -sobre el que la fundación Nueva Cultura del Agua, a la que pertenece, ya mostró su rechazo- "serán pagados por la Administración, es decir, por todos por igual, cuando lo lógico es que sean financiadas por los usuarios".

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