La familia de la joven de 31 años hallada muerta en febrero en el parque de María Luisa se ha personado en la causa abierta por el juez contra el hombre de 46 años encarcelado por presunta agresión sexual y homicidio aprovechando que la víctima se estaba mareada tras haber ingerido medicamentos para intentar acabar con su vida.

Fuentes judiciales han informado a Europa Press de que la familia se ha personado como acusación particular en la investigación abierta por el juez de Instrucción número 16 de Sevilla. De este modo, en la causa ya son partes la propia Fiscalía hispalense, el abogado defensor del imputado y el letrado de la familia.

El abogado de la defensa solicitó la semana pasada al juez que requiera a la Policía Científica para que amplíe su informe sobre el ADN hallado en unos calzoncillos y en un pañuelo localizados cerca del cadáver de la víctima.

En un primer informe, la Policía Científica concluyó la existencia tanto en el pañuelo como en los calzoncillos de restos de un perfil genético "de una tercera persona desconocida", por lo que el letrado del imputado reclama que la Policía "investigue a quién pertenece" ese ADN.

Según sostiene el abogado, en estas prendas se han localizado restos de un perfil genético "que no coincide ni con el del acusado ni con el de la víctima", por lo que se trata de un extremo "que se debe aclarar" para "averiguar si en los hechos pudo participar otra persona", según fuentes cercanas al caso. Además, el letrado defensor reclama al juez instructor que cite a declarar como testigo a una persona que suele frecuentar el parque de María Luisa y que, en sede policial, aseguró que conocía al imputado "de vista" pero que el día de los hechos "no lo vio por la zona".

El juez ya citó como testigo a esta persona el 29 de abril, aunque finalmente no compareció. Sí compareció ese día ante el juez un testigo que declaró que vio al acusado en el parque, concretamente en la zona de las tres fuentes, sobre las nueve o nueve y diez de la noche del 23 de febrero.

El testigo precisó que el detenido, al que conocía porque solía frecuentar el parque, "intentó ligar con él" esa noche, aunque no era la primera vez puesto que ya le había "propuesto sexo" en ocasiones anteriores. También reconoció que sabía por terceras personas que el acusado había mantenido encuentros con otros hombres amigos del testigo.

El testigo indicó que el detenido, de 46 años, iba en bicicleta "y sin perro", lo que contradice la versión ofrecida por la pareja del imputado, que declaró que éste salió de casa una sola vez la noche de los hechos para pasear al perro.