Muamar Gadafi se encuentra desde primera hora de la tarde de ayer en Sevilla. Se hospeda en la hacienda La Boticaria, un complejo hotelero de lujo situado en el término municipal de Alcalá de Guadaíra. Allí, en los jardines situados al borde de la piscina, ha instalado su jaima de color negro en la que pasa este fin de semana antes de trasladarse mañana lunes a Madrid para iniciar su segunda visita oficial a España.

El líder libio llegó al hotel minutos antes de las cinco de la tarde, en una comitiva formada por 16 vehículos de alta gama y una fuerte escolta policial. Los tres aviones de Gadafi habían aterrizado aproximadamente una hora antes en el aeropuerto de San Pablo procedentes de París. Lo primero que hizo nada más llegar fue saludar a los directores del hotel para, acto seguido, sacrificar un cordero siguiendo el rito musulmán ante la presencia de numerosos curiosos, periodistas y policías. Este mismo animal fue preparado luego para la cena que el presidente libio compartió con el ex presidente español José María Aznar.

Gadafi hace la vida en la jaima, pero duerme en una de las suites del hotel. La tienda de campaña no es demasiado grande ni fastuosa, pero en el interior se ha instalado una televisión de plasma y una barbacoa. La comitiva libia ha reservado 115 de las 137 habitaciones de La Boticaria. El séquito está compuesto aproximadamente por 350 personas, entre las que se incluyen dignatarios, funcionarios, efectivos de seguridad, guardia personal, agentes de protocolo e incluso mayordomos y camareros. Parte de esta corte pernoctará en otros hoteles sevillanos, como el Barceló Renacimiento, el Alfonso XIII y el Tryp Macarena.

El líder libio ha comprado diez cabras y diez ovejas que serán sacrificadas para su consumo. Aparte de esto, ningún miembro de la comitiva ha pedido nada excéntrico. Todo lo contrario; su séquito se ha mostrado austero, estricto en la observancia de la prohibición del alcohol y muy educado en el trato con la plantilla del hotel.

A la cena de ayer Gadafi invitó también a Felipe González, pero éste se encuentra estos días en Colombia y no pudo asistir. Para hoy se le ha programado una cacería -una de las principales aficiones- en la finca Las Coladas, en Gerena, propiedad de José Sangrán. A lo largo de la jornada también está previsto que se reúna con los representantes de la Comunidad Islámica de España, la asociación de musulmanes que dirige la mezquita de Granada y que impulsa la construcción de otro templo en Sevilla. También es posible que mantenga un encuentro con los responsables del Sindicato de Obreros del Campo (SOC), una central que apoyó a Gadafi en los años 80.

El líder norteafricano eligió la hacienda La Boticaria por motivos de seguridad, ya que es un complejo que se encuentra situado fuera del casco urbano de Alcalá, en el kilómetro 2 de la carretera que une este municipio con Utrera, a unos diez kilómetros de la capital. También se barajó la opción de que el presidente libio se hospedara en la hacienda Benazuza, pero sus escoltas lo desaconsejaron por tratarse de un establecimiento ubicado en pleno centro de Sanlúcar la Mayor. Igualmente, Gadafi también rechazó alojarse en una finca de Castilblanco de los Arroyos por estar demasiado lejos de la capital andaluza.

Poco más ha trascendido de la visita privada del líder libio a Sevilla, que ha estado rodeada de secretismo y confusión desde que se anunció que recalaría en la provincia hasta la misma llegada al aeropuerto de San Pablo.