El Ayuntamiento de Sevilla considera que las quejas vecinales en el entorno de la Alameda de Hércules por el exceso de ruido en horario nocturno son efectos colaterales del "éxito de la reurbanización a la que ha sido sometido este espacio" desde el mandato anterior. Así lo cree la portavoz del gobierno local, Maribel Montaño (PSOE), que llegó ayer a decir que "las cuestiones relacionadas con el sonido de los conciertos son fruto del éxito de este espacio y de su uso como sede de actividades culturales".

"Respetamos las quejas y reclamaciones de los vecinos que se ven afectados por el exceso de ruidos, pero esta Alameda ya no es la que era, afortunadamente; ahora tiene un tipo de vida distinto que le puede llevar a morir de éxito", añadió Montaño.

Ésta se refirió a las continuas peticiones que el Consistorio recibe de empresas, organismos y fundaciones para la celebración de actividades en ese foro, solicitudes que el pasado semestre eran más de 15. Por ello se mostró a favor de "una cierta regulación una vez que se ha pasado el boom inicial para obtener una buena armonía entre actividades culturales y el derecho al descanso de los vecinos".

La portavoz del gobierno municipal evitó responder directamente las quejas vecinales relativas a las molestias ocasionadas no ya por el alto sonido durante la celebración de conciertos, sino durante los ensayos previos en horario vespertino y también por la permanencia de los jóvenes de madrugada y la organización de botellonas una vez finalizadas la actividades.

"La ordenanza de Seguridad y Convivencia que será aplicada a partir del próximo 18 de noviembre regulará estas cuestiones tanto en la Alameda como en otros lugares de la ciudad", mencionó la concejal, quien derivó otras preguntas de los periodistas, como el posible incremento de la dotación policial en la zona, a su compañero de ejecutivo Alfonso Mir como edil responsable de Seguridad.

La Asociación de Vecinos Independientes de la Alameda ha calificado de "poca vergüenza" que se permita celebrar cinco conciertos en seis días en esta zona de la capital sevillana, advirtiendo de las molestias ocasionadas por la música, el ruido y la celebración de botellonas por parte de los asistentes a estos espectáculos.

Este colectivo ha formulado denuncias en distintas delegaciones municipales y está a la espera de reunir recursos económicos para poner el asunto en manos del juez.