TRÁFICO Cuatro jóvenes hospitalizados en Sevilla tras un accidente de tráfico

Sevilla

"A mi hija no le daban de comer, parecía que estaba enganchada"

  • La Policía detiene a seis personas que llegaron a derramar cera ardiendo sobre una discapacitada por pura diversión. El juez deja en libertad a los arrestados.

"Empecé a sospechar cuando dejó de llamarme por teléfono. Llegó un tiempo que perdí el contacto con ella. Luego mi sobrina me contó lo que pasaba y me fui a la Policía. A mi hija le quitaban todo el dinero y vivían con su paga, no le daban de comer, le pegaban. Cuando la vi parecía una enganchada, como si tuviera el sida". Eduardo López Pérez, padre de una joven de 26 años disminuida psíquica, relata así el tormento sufrido por su hija Ana María durante los años que vivió con una tía y la familia de ésta.

Fue este hombre quien llamó al 091 cuando tuvo noticias de las torturas a las que era sometida su hija, después de intentar hacerse con la custodia de la chica sin éxito. La joven había pasado días maniatada, sufría quemaduras y erosiones, tenía un neumotórax y tres costillas rotas, lesiones por las que tuvo que ser operada y pasar 15 días ingresada. Los familiares con los que vivía desde hace años -primero en San Juan de Aznalfarache y luego en Los Bermejales- habían llegado a derramarle cera ardiendo sobre el cuerpo por puro divertimento. Además, vivían de la prestación por invalidez de la mujer, que tiene un 65% de minusvalía. Su tía, su prima, su novio y la madre de éste le habían quitado toda la paga y ni siquiera la alimentaban adecuadamente.

Tras la denuncia del padre, que reside en Huelva, agentes de la Policía Nacional se desplazaron al domicilio de Los Bermejales en el que vivía la joven y comprobaron que la denuncia era verídica. La víctima presentaba heridas sin curar y contusiones en la cara y los familiares que residían con ella no pudieron concretar de forma clara el origen de las lesiones, según informó este lunes la Jefatura Superior de Policía en un comunicado.

Los agentes que realizaron esta primera inspección ocular pusieron los hechos en conocimiento del Servicio de Atención a la Familia (SAF), la unidad de la Policía Nacional especializada en los casos de violencia familiar y de género. Los especialistas de este grupo comprobaron que existían malos tratos y que la víctima presentaba hematomas ocasionados por agresiones continuadas y marcas en sus extremidades que denotaban que había sido maniatada durante días para limitar sus movimientos. "Tenía las manos en carne viva", apunta el padre, que conserva en su teléfono móvil una fotografía de su hija que evidencia las lesiones que sufría.

Además de estas marcas, la joven presentaba un neumotórax provocado por la fractura de tres costillas. Tuvo que ser operada de urgencia y permaneció quince días en el Hospital Virgen del Rocío, donde los médicos comprobaron que también tenía síntomas de desnutrición, quemaduras y erosiones múltiples. A raíz de esto, la Policía detuvo a los cuatro miembros de la familia con los que la joven residía y a otros dos jóvenes que durante el verano también vejaron y lesionaron a la víctima. Pese a la gravedad de los hechos, el juez de Instrucción 16 ha dejado a estas seis personas en libertad con cargos.

Ahora, la joven se recupera con su padre y la familia de éste, que reside en Huelva. "Ahora mismo está mejor, pero lo ha pasado muy mal. Está con nosotros y está bien", dice Manuel López, que explica que la minusvalía que padece su hija es sólo psíquica y que hay que tratarla como si fuera "una niña de 9 años". La familia realizó una serie de fotografías a la joven con todas las lesiones que presentaba para aportarlas más adelante en la causa judicial contra los seis arrestados.

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