El presidente de la Asociación de Hostelería de Sevilla y Provincia, Pablo Arenas, ha instado al Ayuntamiento a que las inspecciones en los locales de la ciudad no se realicen de modo extraordinario y hasta la celebración de Navidad, sino que se lleve a cabo de modo ordinario y con el personal necesario.

Después de que el Ayuntamiento haya realizado en la noche del viernes unas 300 actuaciones en el marco de un dispositivo especial para la inspección de establecimientos y el consumo de alcohol en la vía pública, Arenas ha indicado que hay que tener en cuenta que los clausurados han sido seis establecimientos y que hay "miles" en Sevilla que cumplen la normativa.

Así, ha considerado "correctas" todas aquellas actuaciones que se realicen para hacer cumplir las ordenanzas y la legalidad e indica que en el Paseo Colón, "como ocurre en otros sitios", se dan "esas formas de trabajar por parte de hosteleros que no cumplen la normativa". "Lo llevan haciendo tras muchos años por dejadez de la Administración y el día que ésta se ha puesto a trabajar ocurren estas cosas", manifiesta.

Arenas apuesta por que las inspecciones se realicen de modo ordinario y todos los fines de semana, en vez "extraordinarias o acotadas en el tiempo, quedándose después quietos otros cuatro o cinco años hasta que volvamos a llevarnos las manos a la cabeza". Además, aboga por que se dote de una plantilla con un número de inspectores adecuada para la realización de estas funciones.

En este marco, recuerda igualmente que "la botellona no nace en la hostelería, sino en el comercio", por lo que los hosteleros son "igualmente perjudicados", una realidad que insta a que sea reconocida. "A los jóvenes hay que darles un ocio seguro y saludable y no consumiendo botellón. Si están en la calle es cuando surgen los problemas", agrega, abogando por facilitar a los hosteleros el "adecuar bien los establecimientos" en asuntos como la insonorización.