Un incendio en un transformador dejó ayer sin luz eléctrica a 700 familias de Los Pajaritos. El fuego obligó también a desalojar a unas 90 personas, que finalmente pudieron regresar a sus casas horas después y no tuvieron que pasar la noche fuera. Los operarios de Sevillana Endesa trabajaban anoche en la instalación de grupos electrógenos para garantizar el suministro eléctrico a este barrio.

El fuego se declaró sobre las tres y media de la tarde de ayer en el transformador de la calle Calandria, que da servicio a aproximadamente un centenar de edificios de las calles Mirlo, Gaviota y Perdiz. El transformador también cubre el suministro eléctrico de una serie de locales comerciales del barrio y del mercado de abastos. El apagón podría haber causado pérdidas cuantiosas entre los placeros, que ayer ya solicitaban la instalación de grupos electrógenos para salvar el género almacenado en las instalaciones del mercado.

Según las primeras hipótesis, el incendio pudo estar originado por una sobrecarga de la red. Estos edificios de Los Pajaritos tienen más de cincuenta años de antigüedad y los vecinos se quejan de que la instalación no está preparada para soportar tanta carga eléctrica, sobre todo en los períodos de fuerte calor por el uso masivo de los aparatos de aire acondicionado.

El fuego provocó pequeñas detonaciones en el interior del transformador, pero no llegó a generar una gran explosión. Los Bomberos y la Policía Local de Sevilla llegaron muy rápido al incendio, antes de que el humo se extendiera y alcanzara las viviendas más próximas. Cuando llegaron los Bomberos, la temperatura en el interior del edificio incendiado había alcanzado los 1.800 grados centígrados y una gran llamarada salía hacia la calle. Los bloques número 24 de la calle Mirlo y 23 de Gaviota fueron desalojados y permanecieron unas horas fuera de sus casas. En total los afectados fueron unas 90 personas, según el balance oficial de la Policía Local.

La única persona que resultó herida leve en el siniestro fue una niña que se cayó por las escaleras cuando trataba de salir de su bloque. La pequeña fue atendida en la ambulancia de los Bomberos y luego trasladada a un centro sanitario. Los demás vecinos salieron de sus casas sin problemas y pudieron regresar a ella horas después.

El transformador incendiado ya ardió hace unos años. En aquella ocasión la puerta llegó a salir despedida e impactó contra el bloque de enfrente, por lo que ayer la Policía Local amplió el perímetro de seguridad para evitar que ninguna persona resultara herida en caso de que se repitiera una deflagración similar.

La mayoría de los vecinos de Los Pajaritos se mostraban ayer muy indignados porque consideran que el incendio es fruto de la dejadez de las administraciones, que no invierten lo suficiente en la mejora de la instalación eléctrica del barrio. "No podemos pasarnos mucho tiempo sin luz. En este barrio la mayoría de la población está formada por personas mayores y niños pequeños que no pueden soportar tan fácilmente las altas temperaturas", explica una vecina, Aurora Raigón, mientras presenciaba el trabajo de los Bomberos. Para otra mujer, Francisca Gamaza, la preocupación era el estado de su madre, de 86 años y enferma de alzheimer, que temía que el calor le afectara y agravara la enfermedad.

"Aquí hay mucho paro, estamos a principios de mes, hemos hecho una compra fuerte y vamos a tener que tirarlo todo a la basura porque sin luz no nos aguantan los alimentos", continúa Aurora. María del Carmen Bermúdez y Josefa Moreno, otras dos vecinas, recuerdan que el transformador ya ardió años atrás y no se explican cómo ha podido suceder de nuevo. "Nos han dicho que van a tardar por lo menos dos días en volver a dar la luz, pero nos tienen que poner un grupo electrógeno para estos días". A la petición se suma Francisco Robledo, miembro de la asociación de vecinos Tres Barrios, que felicita a los Bomberos y a la Policía Local por su rápida actuación.