La imagen mariana de la Inmaculada fue trasladada ayer desde la Capilla del Dulce Nombre de Jesús (sede canónica de la Hermandad de la Vera Cruz) hasta la Catedral con un cortejo de jóvenes de parroquias, de movimientos católicos y de cofradías que partió a las 18.30 del barrio de San Vicente y llegó al templo metropolitano a las diez de la noche para celebrar la vigilia diocesana de la Inmaculada Concepción. La Cruz de la Evangelización abrió el cortejo una vez que la imagen de la Virgen llegó a la sede de la Hermandad del Silencio y así continuó hasta la Catedral. La vigilia tenía previsto concluir sobre las 23.30, momento en que los asistentes se dirigieron hasta la el monumento mariano de Plaza del Triunfo, donde el cardenal Carlos Amigo Vallejo dirigió unas palabras a los presentes. Por último se cantó la Salve a la Virgen y las tunas rindieron su homenaje tradicional.