Un juzgado de Sevilla ha abierto una investigación por una supuesta agresión sexual a una joven ocurrida al término de una macrobotellona celebrada el pasado 24 de febrero, fecha en la que unos 4.000 estudiantes se congregaron en el Charco de la Pava para celebrar el final de los exámenes. Hay un joven imputado por estos hechos y la instrucción está aún en la fase de diligencias previas.

El suceso ocurrió la tarde del 24 de febrero. El relato aproximado de los hechos con los que trabajan los investigadores es el siguiente. En la fiesta de fin de exámenes de esa tarde se conocieron dos grupos de jóvenes, uno de chicas y otro de chicos. En un determinado momento, las chicas decidieron marcharse a casa, si bien una de ellas decidió quedarse con los chicos. Finalmente pidió a uno de ellos que la llevara a casa en el coche y éste accedió. La chica reside en el Polígono Sur. Sin embargo, el joven decidió llevarla a su casa, en la barriada de Fuente del Rey, en Dos Hermanas.

Allí ambos jóvenes subieron a la vivienda del chico y es en este punto donde ambos relatos difieren. Según ella, el joven la forzó y la obligó a mantener relaciones sexuales, mientras que él admite que hubo relaciones pero que fueron consentidas en todo momento. En cualquier caso, ambos abandonaron luego la casa de nuevo y el joven la llevó en el coche hasta la calle Betis sobre las nueve de la noche.

Unas dos horas después, una taxista que pasaba por allí la vio llorando y se acercó a ella para preguntarle si la podía ayudar en algo. La joven le manifestó que había sido violada y la taxista llamó a la Policía Local. Los agentes llevaron a la joven a un centro hospitalario donde fue examinada por tres médicos, tanto forenses como ginecólogos. Los especialistas no lograron certificar que la joven hubiera mantenido relaciones sexuales, algo que contrasta con la versión tanto del imputado como de la víctima. Los agentes tomaron declaración luego a la joven, que había logrado identificar el coche de su presunto agresor. Dio algunos detalles más, como que le habían tirado un cenicero encima y que se había olvidado unas gafas en el vehículo.

La Policía localizó el coche, que estaba aparcado cerca del domicilio de Fuente del Rey en el que supuestamente ocurrieron los hechos, y decidió retirarlo con una grúa para que fuera examinado posteriormente en dependencias policiales. A la mañana siguiente, el joven creyó que le habían robado el vehículo y puso una denuncia en la comisaría de la Policía Nacional de Dos Hermanas. La Policía Local de Sevilla se puso en contacto con él y, cuando acudió a recuperar el coche, le comunicaron que había sido denunciado por una agresión sexual. El joven declaró como imputado en presencia de un abogado, si bien aseguró en todo momento que no había forzado a la chica.

La Policía Local elaboró un atestado sobre los hechos que fue enviado posteriormente a los juzgados de Sevilla, donde se han abierto diligencias por estos presuntos abusos. La Jefatura de la Policía Local ha felicitado públicamente en la orden del cuerpo a los agentes que intervinieron en este servicio, que pertenecen a la inspección de guardia y a la Unidad de Intervención Nocturna (UIN).