Bostezos

Los que provoca que un cofrade de tardes libres te dé la barrila con los nombres de siempre para ocupar futuros carguetes en el Consejo. Que si hay una opción, que si una solución, que si un pacto, que si no se qué otra monserga... Y cuando te da la lista resulta que no están esas esperanzas blancas del mundillo morado que uno ingenuamente esperaba...¡Nanai! Comienza a salir del templo del rancio pasado la cofradía de esos apellidos amortizados que, con todos los respetos, serán muy honrados y cumplidores del precepto dominical, llevará cada uno un pregón en su interior (más el mío que yo se lo presto) y tendrán perfectamente colgados en sus despachos profesionales las láminas de la caza del ciervo, pero que para ciertos puestos están más pasados que un diputado de caridad vestido con tiradora de Almacenes Pérez Cuadrado.

Reflexión

¿Pero no hay otros apellidos, almas mías? Siempre el grupito ese de eternos amagadores, abogados escasamente conocidos por sus pleitos, organizadores de coronaciones que derivaron en hermandades divididas con dobles y triples candidaturas, mercenarios de las mayordomías, especialistas en la logística de los vía crucis y eternos tomadores de café. Esto está como el PSOE: para una refundación. Y a algunos los sacan a la palestra como el Felipe de turno. ¿No hay banquillo? ¿No hay savia nueva y preparada para organizar una alternativa? Son siempre los mismos cofrades con distintos trajes gris marengo. Estos tíos son como la versión capillil de los moros de Queipo. Qué sopor y qué hastío. Venga a pasar por la pasarela local, ora en la hermandad, ora en el Consejo, ora otra vez en la hermandad que mi mujer no me aguanta con tantas horas libres, ora voy a llamar a ver si me recogen de nuevo en el Consejo. Los hay que llevan viviendo del cuento de la coronación más lustros que Antoñete del toro ensabanao. Que-no-com-pro-a-estos-per-so-na-jes. ¡Tequiyá!

Alusión gratuita

Ocurrió el viernes. Monseñor Asenjo inauguró en el Ayuntamiento la exposición titulada Sevilla y la Virgen de Regla en la Jormada Mundial de la Juventud, una propuesta muy sugerente en estos días de mantecados y comidas de empresa (por las que hilan). Lo sorprendente ocurrió cuando el señor arzobispo nos dejó a todos como decía el Guerra: ¡Pasmaos! De pronto aludió a la imposibilidad técnica de que el Cristo del Cachorro fuera trasladado a Madrid y recordó la polémica con la Esperanza de Triana, cuyo cabildo general rechazó la inciativa en un ejercicio de libertad, democracia y buen gusto. Sí, buen gusto. El discurso fue el que sigue: "Se sugirió a una hermandad el préstamo de una obra importante. Aquello no fue posible. El cardenal Rouco me envió una carta solicitando el importante paso de misterio de una importante hermandad.Ya sabemos lo que pasó. Aquellos hermanos, objetivamente, se equivocaron".

Conclusiones

La primera. El Cachorro no es una "obra", como Pasión no es una "estatua". Cuestión de tacto, monseñor. Simplemente, tacto. Su Excelencia sabe mejor que nosotros que lo que distingue a ciertas imágenes de las piezas de museo es eso que se ha dado en llamar unción sagrada. Un ejemplo: la gente no besa hoy, Día de la Esperanza, la mano de ninguna "obra", sino la mano de su Madre. Así lo creen. La segunda. Por fin resplandece la verdad y confirmamos que el horrendo montaje del hiperpaso en la Castellana era idea de monseñor Rouco. Ojú... La tercera. Era mejor no hurgar en la herida trianera. Ya se acusó públicamente a aquel cabildo de hermanos de "déficit de eclesialidad". ¿Era necesario referirles algo tan subjetivo como que "objetivamente se equivocaron"? Y otro ejemplo: tal vez es la autoridad eclesiástica la que se equivoca con la frialdad con la que trata a las religiosas de San Leandro. Dicho sin acritud. Y sin frialdad, marca de la casa...

Aluvión de firmas

El distrito Sur ha recibido 2.298 firmas en apoyo a la modificación del rótulo de la Avenida Pilar Bardem por el de Nuestra Señora de las Mercedes. La solicitud tiene el respaldo de 19 establecimientos del barrio y de cinco hermandades de la feligresía. Ea, ahí lo lleva Zoido. Y viene del Tiro de Línea...