La Audiencia de Sevilla ha condenado a un cirujano plástico a indemnizar con 24.535 euros a una mujer a la que hizo una "desastrosa" liposucción de abdomen, tras la cual quedó con un "pliegue antiestético" por encima del ombligo y tres cicatrices.

La sentencia de la Sección Octava de la Audiencia considera demostrado que se produjo una mala práctica médica, consistente en que el cirujano J. L. D. "quitó en exceso grasa abdominal", lo que hizo que la piel se pegara directamente al músculo, al no existir la capa de grasa aislante entre los referidos tejidos. Como consecuencia de la primera intervención defectuosa, la paciente tuvo que someterse a una segunda intervención por parte del demandado para separar las adherencias de la piel al músculo abdominal y fruto de ello se le formó un xeroma o acumulación de nódulos amarillentos. Entonces la mujer decidió ser intervenida de nuevo por otro facultativo distinto, que sólo resolvió "en parte el grave perjuicio estético del pliegue abdominal, pero quedándole como secuelas tres cicatrices en el abdomen".

La Audiencia ha anulado la primera sentencia, que absolvió al cirujano por entender que no cabía exigir responsabilidades por un resultado negativo en la medicina estética.