Episodios sevillanos del siglo XX

La nueva Avenida del siglo XXI

  • Lo más importante de las obras realizadas tanto en la Avenida central como en las plazas y calles adyacentes está enterrado en el subsuelo. Nos referimos a las obras de infraestructuras básicas de alcantarilladoENTREGAS PUBLICADAS 21 y 28 de octubre; 4, 11, 18 y 25 de 21 y 28 de octubre; 4, 11, 18 y 25 de noviembre; 2, 9, 16, 23 y 30 de diciembre de 2007. 6, 13, 20 y 27 de enero; 3 y 10 de febrero de 2008.

LA ciudad cuenta desde el pasado año con nuevas zonas peatonales que han ampliado considerablemente los sectores reservados al viandante en la primera etapa peatonal de hace varios lustros. Primero fue la calle Cuna, después la calle Tetuán y parte de la calle Rioja. Ahora son peatonales la Avenida de la Constitución, las plazas Nueva y de Jerez, la de la Alfalfa y Pescadería y otros sectores. El primer objetivo está siendo logrado.

Ahora bien, la creación de zonas peatonales no puede entenderse como una actuación aislada de un conjunto de objetivos vinculados de manera inexorable a la exclusión del automóvil. Hacen falta otras actuaciones conjuntas para que los beneficios que se buscan con las zonas peatonales sean efectivos y no se produzcan efectos negativos para la sociedad.

Entre esas actuaciones complementarias aludidas, seleccionamos ahora las siguientes:

Accesos al centro: eliminar los accesos de vehículos privados al casco antiguo sin alternativas de transportes es condenar al sector terciario y de servicios a la ruina por falta de clientela. Y además se limitan abusivamente las posibilidades de movilidad y relaciones de los residentes.

Aparcamientos y estacionamientos alternativos: la inexistencia de una red suficiente de aparcamientos limítrofes al casco histórico, y de zonas de estacionamientos eventuales, ha convertido a la zona peatonal en un gueto que excluye a gran parte de los usuarios habituales del centro y los desvía hacia otros focos comerciales y de servicios. Está acreditado que quienes se van del centro histórico no vuelven y se acomodan a otros hábitos de compras. Los profesionales liberales localizados en las zonas peatonales, como médicos, abogados, notarios, etc., están emigrando a otras zonas urbanas ante la imposibilidad de que sus clientes puedan visitarles.

Transportes alternativos: la creación de zonas peatonales no debería ser impermeable a todo tipo de vehículos y sí admitir el tránsito de taxis impulsados por gas o energía eléctrica, o cualquier otro sistema complementario del metrocentro, como trenes neumáticos. El actual sistema restringe el acceso al centro de grupos de turistas de la tercera edad y ciudadanos con dificultades motrices.

Seguridad ciudadana: quizás el problema menos estudiado haya sido el que supone la creación de nuevas formas delictivas provocadas por las zonas peatonales y su falta de vigilancia específica. No sólo durante las noches, sino en pleno día, en la avenida se están produciendo sucesos que alertan de la necesidad de hacer frente a nuevos modos delictivos sufridos tanto por viandantes como por vecinos y empresarios en sus propios domicilios y establecimientos.

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