Crónica del Jueves Santo Jueves Santo de memorias y esperas bajo la lluvia

El tiempo El tiempo en Sevilla para la Madrugada

Plaza de España · Palencia

Se ofrece guía para ruta románica

  • José Ramón Barrenechea Paredes. Llegó a Sevilla el otoño que cayó el muro de Berlín. Cubrió la Expo para Antena 3 y llevó el control de voces míticas de la radio como García y Gabilondo.

SE le quedó grabada la escena. La sus padres, Domiciano y Justina, como se llamaban los padres de los niños nacidos en la Castilla profunda, viendo cómo su hijo Ramón metía el equipaje en el maletero del R18 blanco para emprender una auténtica aventura. Era noviembre de 1989, ha pasado media vida desde que Ramón Barrenechea (Palencia, 1963) cambió la emisora de Antena 3 de su ciudad natal, en la que un día vio a su paisano y tocayo Ramón Carande, por la de Sevilla. "Me vine por la Expo".

Se alojó en una pensión del Arenal. Seguirán una serie de mudanzas. Incluida la profesional de dejar Antena 3, donde en su etapa palentina era el encargado de hacer la desconexión para que entrara la publicidad en Supergarcía en la Hora Cero, por Radio Sevilla, donde se incorpora en junio de 1994. El año que nace su hija Lorena. Esta estudiante de Matemáticas es consulado y raigambre de un matrimonio palentino, el formado por Ramón y Belén, con la que se casó el 10 de febrero de 1990, meses después del viaje iniciático en el R18 blanco de Palencia a Sevilla. "636 kilómetros puerta a puerta".

Estudió en el colegio público Francisco Franco de su ciudad natal, hoy Sofía Tartilán. "Cuando murió Carrero nos dieron tres días de vacaciones y cuando murió Franco una semana. Normal". Quien ha estado en la torre de control de aviones de música y palabras conducidos por José María García, Iñaki Gabilondo, Concha García Campoy, Antonio Herrero, José Ramón Pardo o Carlos Pumares, "terminamos antes si te digo a quién no le he hecho el control", vio muy pronto nacer la vocación de la radio.

En Palencia no tenía presencia la cadena Ser. "Sólo estaba Radio Cadena Española. Mi padre movía el dial para coger Hora 25 y escuchar a Martín Ferrand. Yo oía a García y si no me dormía a Antonio José Alés. Creíamos que era la emisora de Valladolid, hasta que una noche, a las cuatro de la mañana, oigo 'Aquí Radio Sevilla". Fue una premonición. Hace quince años cambió el control por el mantenimiento del sistema informático, pero en sus tiempos hizo micrófono. "Un magazín dominical en Palencia que se llamaba Cuando calienta el sol. El nombre sonará raro, pero pluviométricamente en Sevilla llueve más que en Palencia, muy poco más. El año que llegué llovió muchísimo, hubo unas inundaciones tremendas en Málaga".

En ese espacio dominical recorrían las fiestas de los pueblos, las costumbres de su provincia, la que cuenta, como está harto de repetir Peridis, con la mayor y mejor cantidad de románico en estado visitable. Recuerda con cariño esa aventura radiofónica. "A veces íbamos con el Simca mil de mi cuñado. La radio es magia, por eso mismo es el medio que mejor se ha adaptado a los nuevos tiempos y goza de más credibilidad. Recuerdo una frase que Hermida se trajo de Estados Unidos: 'Escuche en la radio lo que esta noche verá usted en televisión y mañana leerá en los periódicos". Siempre veía la radio como una película y no le extraña que Orson Welles, revisitado en el centenario de su nacimiento, pusiera América del revés con La guerra de los mundos.

Lo que peor lleva de Sevilla es el calor. "Nunca me acostumbro. Más de 26 grados los llevo fatal". En aquellas desconexiones de García daba las temperaturas de Palencia "con el patrocinio de Óptica Ramos". "Era normal noches de dos grados, un grado, cero grados. Una noche dije que estaba quitando los pingüinos del termómetro, que marcaba catorce grados bajo cero". Ramón puso en marcha una página del tiempo muy visitada. "Tengo una estación meteorológica en el tejadillo de mi casa. Ésa es la razón oficial. La real es que murió de cáncer una sobrina de 11 años y en algo había que ocupar el pensamiento". Aprendió con su abuelo materno (Mariano). "Le gustaba pasear por el campo y para él era sagrado ver a Mariano Medina en el televisor". Su abuelo paterno, de origen vasco, era más aficionado a la caza, a los pájaros y a cumplir muchos años.

Este controlador de magias invisibles llegó a Sevilla el año que cayó el muro de Berlín, el año que Aznar deja la presidencia de Castilla y León, "la región más grande de España, yo diría que de Europa, y la más despoblada, nos hemos ido todos". La Expo la asocia con jornadas maratonianas de trabajo. La que la disfrutó fue su mujer, "le sellaron todos los países del pasaporte". Vio las llamas del Pabellón de los Descubrimientos desde la terraza del Sevilla 2. Recuerda las tablas de Berruguete del pabellón de España. Sería un buen guía de la Palencia romana y románica que tiene en el Cristo del Otero el segundo más alto del mundo después del Corcovado de Brasil.

Tags

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios