Sevilla

La pareja no puede ser de ellas

  • El SUP denuncia que la Policía impidió que dos agentes mujeres patrullaran juntas

Hace décadas que la mujer se integró con éxito en los cuerpos y fuerzas de seguridad, ya sea en la Policía Local, la Nacional, la Guardia Civil o incluso el Ejército, lo que supuso un avance en materia de integración e igualdad entre ambos sexos. El camino no fue fácil pero hoy, en pleno siglo XXI, todavía se producen situaciones que pueden considerarse machistas en el seno de los cuerpos policiales o, al menos, eso es lo que acaba de denunciar un sindicato policial. El Sindicato Unificado de Policía (SUP) denunció ayer un "lamentable" caso de discriminación, por sus "tintes machistas", en el seno de la Jefatura sevillana, que prohibió a dos funcionarias mujeres que patrullaran juntas.

Según el sindicato, esta decisión, que ha sido amparada por los superiores de la Jefatura -lo que ha llevado a presentar un recurso administrativo ante la dirección general de la Policía-, se produjo el pasado 4 de mayo, cuando un mando impidió que las dos policías patrullaran juntas. La explicación a esta negativa que ofreció el mando fue la siguiente, explica el SUP: "Que siguiendo la práctica habitual, observada en el desempeño de sus más de 13 años de ejercicio en el Cuerpo Nacional de Policía, en los innumerables servicios de seguridad ciudadana que, bajo su responsabilidad se han prestado, a la hora de distribuir el personal, siempre en la medida de lo posible, se han combinado en los diferentes indicativos y turnos de trabajo, a agentes de ambos sexos".

Para el sindicato policial, lo "preocupante" de este caso es que una vez que se puso en conocimiento de la superioridad los hechos, se asumió el argumentario del "genial mando", concediéndole la razón porque "la operatividad de algunos servicios desaconsejan que una dotación policial la compusieran dos mujeres, igual que lo sería conformar dotaciones policiales por razón de parentesco, matrimonio o por análogos lazos de afectividad, ya que se perdería un notable grado de objetividad y eficacia en la consecución de los objetivos que la sociedad en último término reclama al colectivo policial".

Dice el SUP que es sorprendente que aún exista esta "lamentable ideología en algunos mandos policiales llamados a luchar contra la violencia de género" y concluye que "ya sólo falta excluir a las mujeres policías de todos los servicios donde se desaconseja que patrullen juntas y facilitarles un destino más adecuado o excluir a policías, por razón de parentesco, en las diferentes unidades por el notable grado de objetividad y eficacia que pierden". "Esta visión romántica de la España de charanga y pandereta no encuentra encaje en la Policía moderna del siglo XXI, donde todos los policías trabajan de igual forma y con la misma responsabilidad y donde debe prevalecer la igualdad como valor superior, garantizarse el acceso a funciones y cargos públicos en condiciones de igualdad", sin que en ningún caso pueda hacerse una discriminación por razón de sexo, como ocurre en este caso.

La Jefatura Superior de Policía hizo público ayer un comunicado en el que niega cualquier discriminación, al asegurar que se trata de un "caso muy puntual", en el que un mando intermedio de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana indicó a dos mujeres que debían efectuar la patrulla separada y con otro compañero "debido al servicio concreto y sin entrar en ninguna discriminación por razón de sexo, ya que estas dos policías han patrullado juntas en servicios anteriores". La Jefatura recordó que en defensa de la intimidad corporal de los ciudadanos se ha establecido que "el registro se realizará por un agente del mismo sexo que la persona sobre la que se practique esta diligencia", por lo que esta norma debe cumplirse cuando sea posible.

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