Transportes El uso de datos personales

El peligro de las listas negras del taxi

  • La ley de Protección de Datos establece que ha de advertirse a los usuarios que sus datos quedarán grabados · Los consumidores ya han denunciado esta práctica en otras ciudades de España

Llamar a una emisora de taxi y coger otro antes de que llegue el solicitado es una práctica que no cae en el olvido de estas compañías. Sus autores quedan registrados en las listas negras de morosos de este sector. Una especie de base de datos con los nombres y teléfonos de quienes han solicitado un servicio y luego lo han desechado sin previo aviso ni abono del importe de traslado. Pero estas listas pueden vulnerar la Ley de Protección de Datos.

La Agencia Estatal de Protección de Datos (AEPD) establece que para elaborar un fichero con información personal es necesario advertir previamente a los clientes o usuarios que sus datos quedarán grabados en un programa. De igual modo, también hay que precisar la finalidad de esta grabación y los derechos que tienen los clientes una vez que este proceso se lleve a cabo.

El uso de las listas negras ha sido denunciado por la Asociación de Consumidores en Acción de Sevilla (Facua). Según esta asociación, dichas listas se traspasan entre las diversas emisoras con el fin de alertar del posible abandono del servicio por parte del cliente. Facua asegura que en muchas ocasiones se niega el servicio a los ciudadanos que previamente hayan cogido otro taxi ante la tardanza del solicitado.

Los consumidores han dado la voz de alarma ante una posible vulneración de la Ley de Protección de Datos, que en su artículo 5 establece que los interesados tendrán que ser previamente informados sobre la grabación de datos. El artículo 6 de esta ley recoge que debe existir un previo consentimiento entre ambas partes para archivar esa información. La ley también detalla que el proceso debe seguir unos principios de calidad y que los datos no deben conservarse más tiempo del necesario para cumplir la finalidad que se persigue.

En Sevilla existen actualmente tres emisoras de taxi. María Teresa Barbosa es la propietaria de Radio Taxi Giralda, quien reconoce que en su emisora existe una base con los datos de los usuarios que han solicitado un taxi y no han esperado un tiempo prudencial para cancelar el servicio sin avisar ni abonar la tarifa de desplazamiento. María Teresa niega que estos datos se traspasen de una emisora a otra. "Sólo es de uso privado. El tiempo prudencial de espera son 16 minutos. Cuando se supera este tiempo se le informa al cliente de la tardanza y en caso de que cancele el servicio no se le reclama la factura", asegura María Teresa.

Esta emisora ha detectado unos 2.500 casos de cancelación sin aviso desde que se puso en funcionamiento el servicio de gestión de flota que localiza los taxis más cercanos al lugar del que procede la demanda.

Si no se supera el tiempo establecido y el cliente cancela su petición sin advertencia, quedarán registrados su nombre, teléfono y dirección desde la que realizó la solicitud. Cuando dicho cliente vuelve a pedir otro taxi se le advierte que tiene que liquidar un importe pendiente que habrá de abonar al taxista que realiza el nuevo servicio. Una vez que se abone, sus datos se borran del fichero. En caso contrario, se utilizarán para denegar un próximo servicio.

Diario de Sevilla ha constatado que cuando se llama a una emisora de taxi las operadoras en ningún momento avisan de que los datos personales quedarán grabados. Esta circunstancia podría poner en tela de juicio la legalidad del método utilizado por estas compañías para detectar a los clientes morosos.

No obstante, la AEPD sacará en breve un informe sobre esta práctica que ha sido solicitado por las asociaciones de consumidores de varias ciudades de España. Y es que existen precedentes en el uso de estas listas. En Vitoria la agencia vasca de protección de datos avisó a los taxistas de que la creación de base de datos ha de ser comunicada al órgano competente. Además, se les obligó a detallar la forma en que se gestionaría dicha información y a comunicar a los usuarios de que los datos quedarían grabados. De no cumplir estas premisas, se les amenazó con fuertes sanciones económicas.

El precedente más imediato ocurrió en Córdoba hace cuatro meses, cuando los usuarios también denunciaron la existencia de listas negras de morosos entre los taxistas.

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