Natural de Pleizenhausen, cumple su primer año al mando del Consulado General de Alemania en Sevilla, cuya sede está en la calle Fernández y González, 2. Se licenció en Ciencias Políticas en las universidades de Friburgo, Berlín y Londres. Ha trabajado para el Ministerio Federal de Relaciones Exteriores y en las embajadas en Varsovia y La Haya. Éste fue su último destino antes de recalar en la capital andaluza. "Me ha costado acostumbrarme al calor, pero el mejor método para llevarlo bien es compaginarlo con la oferta cultural de la ciudad. A mi mujer y a mí nos encantan los conciertos en el Alcázar ". Pero no sólo le gusta la vida cultural, también señala la importancia de la participación entre Alemania y España en proyectos de diferentes ámbitos. Uno de los más novedosos es la colaboración en investigación relacionada con las energías renovables, y también los programas de intercambio cultural.

En la provincia de Sevilla viven unos 1.000 alemanes. El cónsul deja claro que "no sólo vienen por el sol, también por el espíritu acogedor de los españoles". Confiesa que le gusta mucho vivir aquí: "Resido en el centro y es muy agradable, puedo ir andando a casa, algo bastante complicado en el resto de Europa". Su papel es imprescindible para mantener relaciones con el gobierno andaluz y difundir la cultura y el idioma alemán."Me gustaría que se incrementase el número de españoles interesados en la cultura alemana".