La Audiencia de Sevilla ha condenado a un registrador de la propiedad a pagar 14.185 euros de indemnización por una negligencia profesional, pues "se le pasó" inscribir la compra-venta de una finca incluida en una herencia, lo que permitió a su dueño venderla por partida doble.

La Sección Octava de la Audiencia, en una sentencia a la que ha tenido acceso Efe, afirma que este error "es un supuesto paradigmático de la responsabilidad de un Registrador de la Propiedad" porque con su omisión "privó al nuevo titular de la protección registral, fundamento de la propia existencia del Registro de la Propiedad".

Los hechos enjuiciados tuvieron lugar al inscribir la herencia de un hombre fallecido el 24 de febrero de 1995 que, entre otros bienes, legó a sus cuatro hijos la mitad indivisa de una finca que poseía en el extrarradio de Sevilla capital.

Dos de los hijos vendieron su cuarta parte de la mitad indivisa a sus otros dos hermanos, pero el registrador de la propiedad se olvidó de inscribir esta compraventa que se recogía en la misma escritura, por lo que uno de los primeros propietarios volvió a vender su parte.

Por ello, el juzgado de primera instancia 21 de Sevilla condenó al registrador a pagar los 14.185 euros en que se tasó el perjuicio causado a los legítimos propietarios, equivalente a los 1.388 metros cuadrados de la finca a un precio de 10,22 euros el metro cuadrado.

"Hay que admitir que existió una omisión por el registrador de la propiedad, lo que hay que calificar como de negligente", sostiene la sentencia.

Tal veredicto ha sido confirmado en todos sus extremos por la Audiencia, sin perjuicio del derecho del registrador de reclamar, a su vez, contra el hermano que vendió la misma finca por partida doble.