Sevilla

La reparación del crematorio duplica las incineraciones

  • Las inhumaciones continúan a la baja, con un descenso del 2%. Los trabajadores amenazan con abandonar el cementerio la tarde del día 1 como medida de protesta.

El crematorio del cementerio de San Fernando recupera su actividad tras años en los que se vio afectado por la avería de sus hornos. La reparación de éstos ha permitido que el número de incineraciones se duplique, según informó este lunes el Ayuntamiento de Sevilla. Las cifras constatan este incremento. Si entre enero y octubre de 2011 el número de fallecidos incinerados en el crematorio municipal fue de 1.195, dicha cantidad se ha elevado este año a 2.653 durante el mismo periodo. En total, un 122% más de actividad que se ha traducido también en un aumento de la recaudación.

De esta forma, si las incineraciones durante los diez primeros meses del año pasado supusieron unos ingresos en las arcas municipales de 245.849,69 euros, esta inyección económica se ha elevado hasta los 553.895,93 euros hasta octubre de este año, lo que supone un crecimiento del 125%.

La reparación del crematorio fue uno de los primeros objetivos que se fijó Edificios Municipales -órgano dependiente de la Delegación de Hacienda y Administración Pública- una vez que Zoido llegó a la Alcaldía en 2011. La avería que se había producido en dos de los tres hornos tuvo como consecuencia que las incineraciones se redujeran un 44,6% desde 2008, con un nivel de actividad similar al de 1996, cuando el número de fallecidos que se incineraban apenas superaban los 2.000, una cifra muy lejana de la alcanzada a principios de la década pasada, en la que hubo años en los que se superaron las 2.400 cremaciones.

Esta merma suponía también una cuantiosa pérdida económica. La sección sindical de UGT en el Ayuntamiento alertó de que la avería provocó que se dejaran de percibir hasta 1.000 euros diarios. Este problema causó que la mayoría de las familias sevillanas optaran por trasladar a sus difuntos a los crematorios de localidades cercanas, como La Algaba o Coria del Río, ya que la espera para la incineración con un único horno en funcionamiento era como mínimo de 48 horas.

Frente a la subida de las incineraciones, la bajada de las inhumaciones. Los enterramientos tradicionales se han reducido en un 2,13% entre los primeros diez meses de 2011 y los de este año. En total, desde que comenzó 2012 hasta octubre el número de inhumaciones ha sido de 1.559, es decir, 34 menos que en el mismo periodo del año pasado. Esta reducción se ha traducido en una bajada de las recaudación del 0,84%, hasta situarse en los 239.774,87 euros. El aumento de las incineraciones por encima de los enterramientos está motivado por una tendencia que se generalizó a mediados de la década pasada y por las circunstancias económicas, debido a que el coste de las inhumaciones es más caro.

Una vez solucionado el problema de los hornos crematorios, el gobierno de Zoido se enfrenta a la falta de acuerdo con los trabajadores municipales, que han comenzado una campaña de información y protesta estos días en el camposanto. El portavoz de este colectivo, Manuel Gutiérrez (CCOO), aseguró este lunes que la plantilla ha mermado considerablemente los últimos meses: "Hay tres peones menos, en los hornos faltan otros tres y los sepultureros son 12 cuando antes eran 14". Según Gutiérrez, la falta de personal hace "imposible" que se pueda abrir el crematorio los domingos por la tarde, como pretende el Ayuntamiento, ya que el trabajo de los días laborables se verá afectado al tener que descansar los empleados en dichas jornadas. "Y todo esto, sin cubrirse las vacantes", añade Gutiérrez.

A la falta de personal se unen los problemas en la maquinaria, motivo por el cual se han colocado los vehículos averiados en los accesos del cementerio, en la calle central y en la rotonda del Cristo de las Mieles. A esta "exhibición" se une el reparto de folletos estos días en el camposanto, una actividad que se prolongará el miércoles, cuando se haga entrega de las hojas de protesta en las calles del centro de Sevilla.

En este sentido, la plantilla ha dado como ultimátum este martes para que el gobierno convoque la mesa de negociación. De no ser así, no acudirán la tarde del próximo 1 de noviembre a trabajar al cementerio -un tiempo contemplado como horas extras-, ni colaborarán en la organización de la misa que celebra todos los años el arzobispo de Sevilla la mañana del 2 de noviembre, día de los Fieles Difuntos.

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