Sevilla

La restauración de la fuente de la Puerta de Jerez costará casi 9.000 euros

  • Los trabajos se prolongarán durante un mes y requieren de una autorización de la Comisión Provincial de Patrimonio

La Fuente de Sevilla o de Híspalis, ubicada en la Puerta de Jerez, quedará restaurada este verano tras acometer el Ayuntamiento una serie de obras de reparación como consecuencia de los daños sufridos por el conjunto escultórico durante la celebración del triunfo de la selección española de fútbol en la Eurocopa, la madrugada del pasado 2 de julio.

Los trabajos de restauración, que tienen una duración prevista de un mes, tiene un presupuesto de 8.981,36 euros, según el informe elaborado por la Gerencia de Urbanismo, que tendrá que contar con el visto bueno de la Comisión Provincial de Patrimonio. Así, la intervención consiste en la reposición y conservación de los elementos originales desprendidos mediante su limpieza y consolidación, además del arreglo de los daños sufridos por las instalaciones eléctricas e hídricas y su alimentación, según informó ayer el Ayuntamiento en un comunicado.

Para ello, se llevará a cabo un trabajo previo en taller, con una duración aproximada de 20 días, para restituir posteriormente a su estado original la cabeza de Híspalis, la alegoría de Sevilla, que se desprendió con motivo de los hechos acaecidos durante la citada celebración. Y es que la cabeza, seccionada del tronco por debajo del cuello, se fragmentó en tres partes, mayores y pequeños fragmentos que fueron recuperados gracias a la colaboración ciudadana y la actuación de la Policía y el cuerpo de Bomberos. De su análisis se desprende, además, que se encontraba en un grave estado de conservación ya antes de la agresión, "muy fisurada" y con al menos una restauración realizada con anterioridad, reconocible por la existencia de tres grapas ocultas bajo pasta de reparación en la parte superior de la testa. Asimismo, existen otros daños en el conjunto escultórico de menor tamaño localizados fundamentalmente en las zonas salientes, además de otros perjuicios de escasa importancia como manchas de color, desplazamientos de losas y rozaduras.

La Fuente de Sevilla o de Híspalis, encargada por el Ayuntamiento en homenaje a la ciudad con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929, fue diseñada y labrada por Manuel Delgado Brackembury, quien se inspiró en la Cibeles de Madrid. La efigie es una nereida o ninfa de los mares y lleva en su mano el caduceo de Mercurio, que representa al comercio, y bajo un pie una rueda dentada símbolo de la industria.

El conjunto escultórico se compone de un motivo central, organizado en tres tazas superpuestas o escaños, formado por un grupo de niños dispuestos sobre seis tortugas que juegan con un loto gigante que sirve de base a la escultura principal, una dama en trono figura simbólica de Sevilla. Está hecha en piedra arenisca, concretamente en un material llamado piedra de bateig, muy habitual en los monumentos de su época. Se trata de un material muy delicado, ya que la piedra es muy porosa y sufre mucho con los cambios de temperatura y con la humedad.

La decapitación de la estatua no fue el único daño sufrido por la fuente, ya que quedaron destrozados todo el césped y las flores que recubren el perímetro del conjunto, así como todos los focos y sistema de iluminación de la misma.

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