medio ambiente

Un río en estado de abandono

  • Pescadores y ecologistas denuncian la acumulación de basura en el meandro de San Jerónimo y los destrozos en los puestos de pesca. En las últimas semanas ha aumentado la mortandad de peces.

Peces muertos, basura, aguas residuales procedentes de la depuradora de San Jerónimo, puestos de pesca imposibles de utilizar porque llevan años rotos o han sido literalmente invadidos por la vegetación... Este es el paisaje que se aprecia en el río Guadalquivir entre el puente del Alamillo y el meandro de San Jerónimo, donde el estado de abandono que padece la orilla contrasta con el moderno paseo construido hace dos años unos metros más arriba. El Ayuntamiento reformó por completo la parte superior de la ribera pero no aprovechó la ocasión para limpiar y rehabilitar la parte más próxima a la lámina de agua.

Un grupo de pescadores que frecuenta esta zona ha denunciado a este periódico el mal estado en el que se encuentra la misma. Muchos de los puestos de pesca son inaccesibles actualmente porque se encuentran cubiertos por la vegetación, que ha crecido de forma salvaje cubriendo el hormigón. Estos sitios para pescar se construyeron entre finales de los ochenta y principios de los noventa, aprovechando las obras de la Expo 92. Desde entonces prácticamente no se han tocado y el abandono y la maleza los ha inutilizado.

En aquellas zonas a las que todavía se puede llegar tampoco compensa demasiado practicar la pesca. El agua está muy sucia, cubierta de residuos que flotan a la vista, como latas o bolsas de plástico, y el mal olor es continuo.

"La pesca en San Jerónimo siempre ha sido un nexo de unión entre vecinos, padres, hijos, primos y abuelos. Al río se accede fácilmente, se puede aparcar cerca, y se llega andando sin problemas. Los peces más pescados son barbos, carpas, black-bass, albures y hasta lubinas. El problema es que ahora no se puede pescar", explica uno de los pescadores asiduos, Iván Calzado, que ha hecho una denuncia del estado de la orilla en su blog.

En él, Calzado relata también la dejadez que padece el Guadalquivir a la altura del Parque de San Jerónimo, muy cerca de donde se levanta el monumento conocido como Huevo de Colón. "Aquí se construyó una grada con grava y mallas de alambre y venía de chaval a pescar albures, cosa que ya no se puede por lo descuidado que está. Para pasear está estupendo, pero no hay ni alumbrado, ni papeleras, ni fuentes y sólo existen tres bancos. Parece una selva y una colilla puede causar un gran fuego", explica este pescador.

En el mismo sentido se pronuncia Miguel Sánchez, presidente del club de pesca San Rafael. "Nos afecta mucho, sobre todo a los que cuidamos aquello y tratamos de no dejar residuos cuando pescamos. La mayoría de los que dejan basura son particulares". El representante de este club también lamentó que la zona habilitada para el piragüismo esté mucho más limpia que el área para pesca.

En el agua también flotan muchos peces muertos. En el último mes se ha incrementado la mortandad de peces, según asegura Ecologistas en Acción, organización que tiene su sede precisamente en el Parque de San Jerónimo. "No sabemos por qué motivo, pero desde hace un mes lo estamos observando", explicó a este periódico Juan Cuesta, de Ecologistas en Acción. Para el presidente del club de pesca San Rafael, las causas pueden ser varias, incluida la acción de algunos aficionados que pescan algunos ejemplares y los devuelven muertos al río. "Epidemia sabemos que no hay porque hay especies que son muy delicadas, como el róbalo, que no sobreviviría si el agua estuviera contaminada", asegura Miguel Sánchez.

Las aguas del Guadalquivir se limpian a través de un barco de la empresa municipal de limpieza (Lipasam). Para el representante de Ecologistas en Acción, esta embarcación navega por San Jerónimo con menos frecuencia que hace unos meses y eso se nota en la suciedad de las aguas. "Sigue funcionando, pero mucho menos, y esto hace que la basura se acumule en el río". El Ayuntamiento de Sevilla, sin embargo, asegura que el catamarán de Lipasam no ha reducido su actividad y que el trabajo de limpieza se desarrolla con normalidad.

Esta zona del río sufre, además, un problema añadido, ya que tiene un rebosadero de la EDAR Norte, la depuradora que la empresa metropolitana de aguas (Emasesa) tiene en San Jerónimo. Los días de lluvia, cuando la capacidad de la estación se colapsa, se vierten aguas residuales al río. "Así, días como algunos de esta semana, esta parte del Guadalquivir está más sucia aún que de costumbre", indica Juan Cuesta.

A diferencia de los pescadores, que piden que se desbroce la vegetación que ha crecido sobre el hormigón de los puestos de pesca, los ecologistas se muestran reacios a que se eliminen estas plantas. "Muchas de las especies que viven en el río se alimentan de esta vegetación. Si la quitaran, probablemente desaparecerían también muchos de los peces", apunta el representante de los ecologistas.

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