tribuna de opinión

Es de sentido común

  • El delegado de Urbanismo y portavoz del Grupo Socialista explica las nefastas consecuencias de no contar con un presupuesto aprobado

Espadas y Beltrán Pérez reunidos.

Espadas y Beltrán Pérez reunidos. / D.s.

Es de sentido común que para tener éxito, una película necesita cuando menos tener un buen guión, al igual que una novela necesita una buena trama y una nueva empresa tiene que conocer los mercados donde pretende desenvolverse. Con todo, éstas son condiciones necesarias aunque no suficientes.

La anterior reflexión viene a colación por la situación actual de la ciudad de Sevilla: el buen momento que vive la ciudad en muchos ámbitos podría constituir el primer paso para, en un futuro próximo, convertirse en un referente de ciudad europea para vivir, visitar e invertir.

"El PP local está instalado en un laberinto kakfiano difícil de justificar"

Para ello, es de sentido común que los presupuestos municipales constituyen una condición indispensable (necesaria aunque no suficiente) con la que solventar algunos de los problemas y déficits que aún tenemos. Y también para sencillamente dar seguridad a la economía local.

Sevilla no puede permitirse el lujo de no tener sus presupuestos aprobados y disponibles para el presente año. Son cerca de 1.000 millones de euros los que gestiona la maquinaria municipal. Serían muchos los sevillanos que se verían afectados por la parálisis presupuestaria. El coste para los ciudadanos de tener el motor gripado por un interés partidista y trasnochado de algunos (cuanto peor para el gobierno, mejor para su interés personal) se antoja de poca altura de miras políticas.

O cómo podemos llamar a dejar sin inversiones a nuestros barrios, a paralizar la programación del año Murillo y la Bienal, a congelar las inversiones en vivienda o los programas de servicios sociales, y así un largo etcétera. Es de un indudable sentido común, que el coste sería muy alto para la ciudad, y nada más lejos de mi intención que generar alarmismo.

El documento de gastos e ingresos que se está tramitando en estos momentos recoge muchas aportaciones de Ciudadanos, Participa e Izquierda Unida. No recoge ninguna propuesta del PP, por la incomprensible vía elegida de intentar colocar un documento alternativo para su debate y no aceptar las reglas de juego avaladas por los servicios jurídicos del Ayuntamiento, que no son otras que la de proponer enmiendas a la propuesta del gobierno. Esto es así tanto en Sevilla, como en Logroño, como en Almería...

Si se es sensible a la demanda ciudadana, empresarial y sindical, el pleno del Ayuntamiento debería, porque es de sentido común, aprobar los presupuestos, lo contrario sería mirarse el ombligo y paralizar el motor municipal privándolo de contribuir a la mejora de Sevilla.

Las razones de este laberinto kafkiano donde está instalado el PP local resultan de difícil justificación. Rectificar es de sabios, pero más de sentido común.

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