En la estadística que elabora el INE sobre los motivos de los fallecimientos en la provincia de Sevilla destaca el apartado de causas externas; es decir, aquellos casos de decesos que no están relacionados con una enfermedad. Así, en 2014 (año de la información más reciente) se produjeron 489 muertes por este motivo. De ellas, 63 se debieron a accidentes de tráfico. En 1980 (los datos más antiguos de este informe), las muertes de sevillanos en las carreteras se elevaban a 196, es decir, tres veces más que hace dos años.

En este descenso hay que observar varios motivos. Por un lado, un mejor estado de las carreteras. A principios de la década de los 80 eran numerosas las quejas de los ciudadanos españoles por las deficiencias que estas vías presentaban. Las distintas inversiones recibidas con motivo de la Exposición Universal de 1992 permitieron una mejora bastante notable de las carreteras, aunque también hay que decir que desde aquel año esta inyección económica ha menguado considerablemente en la provincia de Sevilla. Por otro lado, las campañas dirigidas por la Dirección General de Tráfico (DGT) han concienciado a la población sobre las trágicas consecuencias que puede acarrear una conducción temeraria. A ello se añaden los controles cada vez más exhaustivos de la Guardia Civil para intentar reducir el exceso de velocidad y que se conduzca bajo los efectos de alcohol.

Otro punto a destacar dentro de las causas de muerte no relacionadas con una enfermedad son los suicidios. En 1980 este tipo de óbito se elevaba a 170. Treinta y cuatro años después dicha cantidad se reduce a 61. Aunque la disminución es más que considerable, en esta trayectoria hay que tener en cuenta que las cifras han oscilado bastante en estos 34 años. De hecho, en el periodo más duro de la crisis los suicidios se han mantenido entre los 150 y 160 en Sevilla. Sirva como ejemplo 2013, cuando se registraron 161. Por tanto, en un año, hubo 100 menos, reducción que se puede relacionar con una aminoración de los efectos más severos de la debacle económica.

En cuanto a las muertes por infección se debe subrayar la evolución del VIH (sida). En 1980 no había registrado ningún caso por este virus, un gran desconocido que provocó que muchos sevillanos se contagiaran en las relaciones sexuales al no usar las precauciones oportunas. El pico más alto se registró en 1995. Aquel año -según los datos del INE- murieron de sida 223 sevillanos. En 2014 esta cifra fue de 36. Las autoridades sanitarias alertan de cierta relajación en las recomendaciones necesarias para las prácticas sexuales.

Otra enfermedad a tener en cuenta es el alzhéimer. En 2014 murieron 508 sevillanos por esta enfermedad degenerativa. Diez años antes la cifra llegaba a los 205. Por tanto, en una década el incremento de esta mortalidad ha sido del 136,3%.