urbanismo

Una sombra que llega con demora

  • Los operarios ultiman la colocación de los toldos en las calles comerciales del centro cuando la ciudad ya ha sufrido la primera ola de calor y el verano lleva varios días consumidos

Una joven pasa con su bicicleta junto a la estructura que se monta para los toldos en la calle Tetuán.

Una joven pasa con su bicicleta junto a la estructura que se monta para los toldos en la calle Tetuán. / belén vargas

Última semana de junio. Varios días del verano consumidos. La primera ola de calor pasada. Poco después de amanecer una pareja de operarios se afana en poner la estructura metálica necesaria para colocar los toldos en Tetuán, una de las calles más comerciales del país. La sombra, la medida estrella que aplican los gobiernos municipales desde la Exposición Universal de hace 25 años contra las altas temperaturas cada vez más prematuras, llega un año más con demora a las principales vías del centro histórico.

Las previsiones de la Gerencia de Urbanismo apuntan a que será la semana que viene cuando finalice la colocación de los toldos. Aún quedan zonas como la parada de taxistas de la Plaza del Duque o las estrechas calles adyacentes a la Plaza del Pan. Será en tiempo récord, tres semanas antes de lo que se permite en el contrato firmado con la empresa ganadora del concurso público. El dilema se encuentra en la fecha en la que se comienzan a instalar, que este año ha coincidido con la primera subida importante del mercurio. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) registró el domingo 11 de junio una máxima de 38,4 grados a las 17:00 en la estación del aeropuerto de San Pablo. Durante los siguientes días las temperaturas máximas se situaron en estos mismos valores. Incluso se rebasó los 40 grados el fin de semana del 17 y 18 en la ciudad. Las mínimas no bajaron de los 22 grados. La estampa fue calles desiertas. Pocos fueron los turistas valientes en salir a la calle antes del cierre de los comercios. La sombra llega con demora.

La posibilidad de lluvia obliga a retrasar la instalación hasta finales de mayo

Los técnicos entienden que la colocación de las velas no debe arrancar antes de que termine mayo para evitar la posibilidad de precipitaciones, lo que puede provocar daños en los toldos y generar un peligro para los peatones al acumular en la lona la lluvia. El contrato para el montaje y desmontaje de las velas fue adjudicado este año a la empresa IlumetPinos Puente, la misma del año anterior, aunque con un coste menor: 150.185 euros, frente a los 207.988 euros de 2016. Pese a esta rebaja en el precio, los toldos se instalarán en el mismo número de calles y plazas del año pasado. La novedad ha sido que se ha incluido por primera vez la Plaza del Pan, que contó el año pasado con un contrato diferente y fue una actuación singular, ya que hubo que solventar los problemas que planteaban las redes de instalaciones que atravesaban todo el perímetro y hubo que realizar una campaña para preservar los restos arqueológicos existentes. Esta actuación conllevó bastante polémica por las características de las velas que se pusieron y que fueron sustituidas a finales de agosto por unas más adecuadas que se mantienen este año.

El plazo máximo para colocar las lonas es de 45 días y las calles a entoldar son: Albareda, Alcaicería, Almirante Bonifaz, Cerrajería, Córdoba, Cuna, Francos, General Polavieja, Hernando Colón, José Gestoso, La Campana, Lineros, Plaza del Duque, Puente y Pellón, Rioja, Rivero, Sagasta, Sierpes, Tetuán, Velázquez y Plaza Jesús de la Pasión. Como es habitual, las lonas permanecen instaladas hasta principios del otoño, momento en el que, coincidiendo con la bajada de temperaturas en la ciudad, la empresa adjudicataria procede a su retirada. Entre otras actuaciones, exige a la empresa que resulte adjudicataria que renueve las piezas que se encuentren en mal estado, que será anualmente, al menos, el 25% de la superficie montada el año anterior.

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