Los taxistas de Sevilla se están planteando dejar de prestar servicio durante las noches por cuestiones de seguridad y aseguran que sólo siguen saliendo en esta franja horaria porque el sector está siendo uno de los más castigados por la crisis económica. La agresión sufrida por un profesional del sector la madrugada de ayer en la barriada camera de La Pañoleta ha sido el último episodio de una serie de atracos y robos que se han incrementado de manera notable en los últimos meses.

Las dos asociaciones mayoritarias ya han solicitado una reunión con los responsables de la Policía Nacional y la Policía Local para que se establezcan controles específicos para evitar atracos.

El taxista atacado en la madrugada del viernes tuvo que ser atendido en el Hospital Virgen Macarena y sufre lesiones graves en un ojo, sin que se descarte que haya podido sufrir una pérdida parcial de visión. Los hechos ocurrieron sobre las dos y media de la madrugada, cuando el taxista -que ha preferido permanecer en el anonimato y sólo ha revelado sus iniciales, J. L.- recogió a un hombre en Torneo. El cliente se sentó justo detrás del conductor y le pidió que lo llevara a La Pañoleta. Una vez allí, el hombre no dio indicaciones precisas al taxistas y el vehículo pasó varios minutos recorriendo las calles del barrio. Cuando llegaron a una zona próxima al polígono industrial El Manchón, el cliente agarró por el cuello al taxista y le pidió que le diera todo lo que llevaba. Éste puso en marcha el coche tratando de escapar, pero el atracador le propinó un fuerte golpe en la cabeza y huyó con parte de la recaudación del taxista.

El conductor sufrió un traumatismo en la cara, con un hematoma en la parte izquierda de la misma y daños en el ojo, y rasguños en el tórax, según consta en el parte médico emitido por el Hospital Virgen Macarena. Este ataque sucede a otro ocurrido el viernes de la semana pasada en la avenida de la Paz. En esta ocasión la víctima fue una taxista a la que unos delincuentes colocaron un cuchillo en el cuello para hacerse con la recaudación. Los atracadores llegaron a colocarle delante dos motos para evitarle la huida.

Los taxistas denuncian además que los robos son bastante frecuentes, sobre todo en las noches de los fines semana. "Los atracos son continuos las noches de viernes y sábados. Generalmente el taxista no se resiste y le da el dinero, para evitar lo que le pasó al compañero de Camas. Muchas veces la cantidad que se llevan es irrisoria y por eso luego ni se denuncia el atraco en comisaría. Por las noches estamos vendidos", expuso Enrique Filgueras, presidente de la asociación Solidaridad del Taxi, a la que pertenece la víctima de Camas y que agrupa a la mayoría de taxistas que prestan servicio en el aeropuerto.

La Unión Sevillana del Taxi, otra de las asociaciones mayoritarias, también ha detectado el aumento de la inseguridad coincidiendo con la crisis económica. "En los últimos meses se han dado muchos robos. Por eso necesitamos mantener una reunión con la Policía para pedirle más controles", apuntó el presidente de esta asociación, Fernando Morales.

Los taxistas consideran que se encuentran desprotegidos cuando se suben a un vehículo por la noche. Las mamparas de seguridad, que el Ayuntamiento ayudó a financiar tras el asesinato del taxista Amador Guerrero el 15 de agosto de 2004 en la barriada del Gordillo, se antojan inservibles en verano porque no permiten el paso del aire acondicionado a la zona trasera. Igualmente, la delegación de Movilidad del Consistorio sevillano tampoco cumplió su promesa de instalar dispositivos para facilitar el pago con tarjeta de crédito en los vehículos, de forma que los taxistas no tuvieran que llevar consigo dinero en metálico.