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el conflicto del taxi

"Se están llevando nuestro trabajo"

  • Los taxistas cifran en un 100% el seguimiento del paro parcial contra el "abuso" de los VTC, aunque en la manifestación sólo participaron unas 300 personas y 40 vehículos.

La marcha de taxistas, por el puente de la Barqueta.

La marcha de taxistas, por el puente de la Barqueta. / José Ángel García

"Se están llevando nuestro trabajo". Éste fue el grito que más se coreó en la manifestación que protagonizaron este jueves los taxistas desde el Teatro Central, en la Isla de la Cartuja, hasta el Parlamento. Un recorrido que tardaron en transitar casi dos horas y que, al margen de los cortes de tráfico previstos en Torneo y la Resolana, no produjo ningún incidente de relevancia. La protesta estuvo convocada por las asociaciones Unión Sevillana del Taxi, Solidaridad Hispalense del Taxi, Élite Taxi y Asociación del Taxi de Sevilla. El hecho de que concluyera en la sede del Hemiciclo andaluz era una forma de reclamar a la Junta que se implique en la lucha de este colectivo contra la "competencia desleal" de los vehículos de transporte concertado (VTC).

La movilización partió de la Cartuja, a pocos metros de Isla Mágica. Se dividió en dos partes. La que abría la manifestación estaba encabezada por unos 40 taxis. Uno de ellos llevaba un remolque que contenía las botellas de agua fresca que se repartieron entre los participantes. Varios periodistas de una televisión nacional buscaban declaraciones de estos conductores. Algunos se negaron bajo la excusa de la "manipulación" mediática. "No comento nada, que luego cortáis y montáis lo que decimos a vuestra conveniencia. Que hablen los representantes que vienen detrás", respondió un taxista a la petición de la periodista. En mitad del puente de la Barqueta saltó al ruedo televisivo un espontáneo. Era un profesional retirado. "Es una vergüenza lo que están haciendo con mis compañeros. Nos están robando el pan", aseguró este taxista jubilado ante las cámaras.

La caravana de coches avanzaba muy lenta. La Policía Local los esperaba en la intersección con Torneo y en la Resolana. Había peatones que se quejaban de las molestias ocasionadas: "Para cuatro gatos que vienen la que tienen liada". Detrás de los taxis llegaban los manifestantes a pie. Todos con camisetas de colores distintos en función de la asociación a la que pertenecían. Amarillas, verdes y negras. En la manifestación se exhibieron varias pancartas. La principal -portada, entre otras personas, por la concejal de IU Eva Oliva- tenía escrito el siguiente lema: "El taxi más unido que nunca exige que los VTC cumplan la ley". Una frase que ignoraba a la asociación Foro Taxi Libre, que se negó a participar en la movilización al entender que estaba protagonizada por "quienes agreden a compañeros".

En este punto conviene recordar que toda esta polémica se ha saldado ya con cinco taxistas detenidos, que se incluyen en el grupo de las 32 personas que están siendo investigadas por la Policía Nacional por presuntas coacciones y amenazas a otros compañeros y conductores de los VTC. Este tipo de servicio fue duramente criticado por quienes portaban megáfonos en la protesta. "No pagan impuestos. Nosotros sí y creamos riqueza en España", afirmó uno de los participantes, quien, por cierto, también pidió a los compañeros de la manifestación que no se quedaran en la sombra. "Aquí hemos venido a dar la cara, a que nos vean, a ponernos al sol. Si queréis estar fresquitos, quedaros en casa", espetó.

Los manifestantes portaban un muñeco ahorcado, como símbolo de la situación que, según ellos, sufre el sector. Los manifestantes portaban un muñeco ahorcado, como símbolo de la situación que, según ellos, sufre el sector.

Los manifestantes portaban un muñeco ahorcado, como símbolo de la situación que, según ellos, sufre el sector. / José Ángel García

Una vez ante la sede del Parlamento, la diputada autonómica de Podemos Teresa Rodríguez y el de IU Antonio Maíllo salieron a recibirlos. A respaldarlos. Allí se leyó un manifiesto. En el escrito, los convocantes de la manifestación aseguraban que no se cumple la ley actual, según la cual, debe haber un VTC por cada 30 taxis, mientras que -según ellos- se ha comprobado que hay "cuatro VTC por cada 30 taxis". También acusaron a este servicio de no respetar las reglas establecidas, ya que sólo deben recoger a clientes que previamente lo hayan concertado y no "ir a su caza" cuando conducen. Ante esta situación, los taxistas exigieron al Gobierno andaluz la creación de un cuerpo "específico" de inspectores que vigile el cumplimiento de la normativa, ya que actualmente esta función sólo la desempeñan en toda Andalucía 13 funcionarios.

Los convocantes del paro calificaron de "éxito" la jornada parcial de huelga. Aseguraron que tuvo un seguimiento del "cien por ciento". Sólo habrían circulado en Sevilla los 85 taxis estipulados por los servicios mínimos, que desplazaron a personas que tenían que acudir a centros de salud. También afirmaron que en la protesta de la capital andaluza participaron 1.000 personas, aunque un simple conteo constató que el número de taxis que la encabezaban no superaban los 40 y quienes iban a pie apenas llegaban a los 300. Al margen de cifras, lo que está claro es que la polémica entre el taxi y los VTC va para largo. El problema está lejos de solucionarse.

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