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El valor terapéutico de la compañía

  • El Virgen Macarena da una charla a los niños ingresados sobre la donación de sangre

De tres a ocho de la tarde es el horario que tienen los niños hospitalizados en el Virgen Macarena para olvidar precisamente que están allí. Aunque también éste es el único hueco en la agenda de sus padres para hacer recados o poder descansar. Gracias a la labor que desempeñan una media de 120 voluntarios, en el hospital universitario se intenta que los menores ingresados hagan vida normal dentro del sanatorio. Este es el objetivo del programa Diver: "Transmitir a la sociedad que la realidad ha cambiado y que los hospitales no tienen por qué ser un trauma para el niño", explica el impulsor del plan y subdirector de proyectos del hospital, Javier Suárez.

"Para crear el programa me trasladé a mis seis años y pensé: ¿Si fuese niño qué disciplina me gustaría aprender?", comenta Suárez. El programa se compone de diversos talleres como cuentacuentos, música, manualidades, informática, inglés, payasos, papiroflexia o pintura. Los niños están deseando que llegue la hora de venir a la sala, explica Verónica Roncel, voluntaria de Diver desde hace un mes, que se sorprende de que acudan "hasta niños de meses acompañados por sus padres". María Dolores Mesa, madre de Alba Villanueva, ingresada en el hospital, comenta que "es una distracción tanto para los niños como para los padres" y explica que "los voluntarios tienen nuestros teléfonos por si ocurre algo", y así los padres están tranquilos.

"Te diviertes mucho con los niños, aunque por otra parte es duro porque no puedes evitar preocuparte por algún niño si ves que empeora", lamenta Inmaculada García, voluntaria del programa. Los voluntarios deben pasar por un proceso de formación "para que sepan acompañar y apoyar a todo tipo de personas", aclara Suárez, que añade que "el voluntariado no puede ser un lavadero de conciencia, porque esto es duro". El subdirector de proyectos del Hospital Virgen Macarena expone que cuentan con tres objetivos: niños, con los que se pretende que su paso por el sanatorio no sea un mal recuerdo, enfermos mentales y personas solas, sobretodo mayores "con los que intentamos que el voluntario no forme el centro de su día".

En la ciberaula celebran días con temáticas especiales como Navidad, Semana Santa, Feria, etcétera. Aunque la jornada de ayer fue dedicada a explicar a los menores la importancia de la donación de sangre mediante una actividad lúdica organizada por el distrito Macarena, el hospital, el Centro Regional de Transfusiones Sanguíneas y la Fundación Farmacéutica Avenzoar. "Pretendemos concienciar a los niños de la importancia de donar sangre, lo comentan en casa y muchos de ellos incluso lo piden a sus padres", explicó Paola Muñoz del Valle, miembro del Aula de Salud del Colegio de Farmacéuticos y encargada junto con Paqui López de la exposición. A la actividad acudió la delegada del distrito y concejal de Hacienda, Nieves Hernández, quien hizo especial hincapié en la donación y añadió que "ahora más que nunca debemos dar alegría a estos niños mientras muchos de sus amigos están de vacaciones".

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