Manifestación universitaria La oposición al proceso de convergencia europea de Bolonia

"¡No se ve a la niña de Rajoy!"

  • Alrededor de 500 estudiantes se manifiestan contra el proceso comunitario de Bolonia e interrumpen por segundo día las clases en varias facultades

Humanidades versus capitalismo. Es la síntesis a la que redujeron los manifestantes que marcharon ayer por el centro de Sevilla la penúltima lucha universitaria. Un lustro después del No a la LOU de Pilar del Castillo, una nueva generación de estudiantes -pese a que se aferran al liderazgo del movimiento algunos líderes de antaño- se opone ahora a Bolonia, que representa el proceso de convergencia de los planes de estudio y el funcionamiento de las universidades de la Unión Europea. Pero la letra pequeña enervó ayer a la marcha multicolor convocada por el Sindicato de Estudiantes de la Hispalense y la Pablo de Olavide.

"Estamos a favor de que se unifiquen los programas de estudio en toda Europa, pero no en esta dirección", explica Manuel Muñoz Navarrete, que pertenece a la delegación de alumnos de la Facultad de Filología. "Se pasará de cinco a cuatro años en nuestras carreras, de los cuales uno será de prácticas y efectivamente apenas dos años quedarán en exclusiva de materias de nuestras especialidades. Los empresarios influirán directamente en la formulación de los programas. Tememos la privatización de la Universidad", matizaba Muñoz. Los manifestantes, que marcharon desde el Rectorado hasta la Plaza Nueva, pusieron el colorido de otras veces y la misma acidez en las consignas: dardos contra los partidos y lemas contra la reforma universitaria confundidos con las reclamaciones de vivienda accesible. Por una universidad cien por cien pública; Contra la mercantilización. También hubo un recuerdo a la niña popularizada por el líder del PP en los debates electorales: "No se ve a la niña de Rajoy", cantaban. A esa hora la Fábrica de Tabacos quedaba desierta. Era el segundo día de paro académico en varias facultades. Incluso en la sede del Rectorado durmieron miembros de los grupos de trabajo en la víspera.

El eurocrédito, que nada tiene que ver el banco continental de Fráncfort, sufre también grandes críticas de los manifestantes. "Se reduce la carga de créditos de las carreras, pero cada uno supone 35 horas de trabajo individual del alumno fuera del aula y no horas de lectivas. Niegan así la posibilidad de trabajar para costearte los estudios", explicaba Benjamín Núñez, de la delegación de alumnos de Geografía e Historia. Contra el proceso se levantan en especial facultades de letras como Filología, Geografía e Historia y Comunicación, pero también Química y Arquitectura.

En el horizonte, 2010, fecha en que se implantarán los nuevos planes de estudios según el proceso de Bolonia. Un joven resumía en la Plaza Nueva las cosas: "Intentamos hacer ruido antes de las elecciones. Parar esto es casi imposible, pero nuestro deber es protestar".

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