Los puestos cambian de sitio

Los vendedores del Duque rechazan el cambio de ubicación y hacen propuestas de mejora

  • Deja claro que no es imputable a este mercado la "saturación" de las paradas de taxis, buses urbanos y turísticos o carga y descarga.

Vista aérea de la Plaza del Duque.

Vista aérea de la Plaza del Duque. / Juan Carlos Vázquez

La Asociación de Vendedores Artesanos del Duque (AVAD) ha rechazado "de plano" cualquier intento de "erradicación o traslado de su lugar de venta de los últimos 40 años" ya que entiende que su cambio de ubicación supondría su "desaparición", tras la propuesta de Cs de promover el traslado del mercadillo que se instala en la Plaza del Duque de la capital a otra zona "que no esté afectada por el tráfico rodado y para recuperar el uso del espacio".

En este sentido, AVAD propone trabajar en "subsanar los problemas que tiene la actualidad la plaza", que considera que no son achacables a su colectivo, y se apuesta por "embellecer las estructuras, adecuar el suministro eléctrico y acotar la concesión de nuevas licencias para que con las próximas jubilaciones se vaya reduciendo la ocupación de los espacios", a la par que se vayan arreglando alcorques y acerados.

Recuerda que llevan instalándose en esa plaza desde hace 41 años y que no son "un mercado de venta ambulante al uso, sino que ejerce la actividad de forma reglada y legal como comerciantes con instalaciones desmontables, encuadradas en la legislación municipal como mercado tradicional". Actualmente, son un colectivo de 52 familias, con titulares de licencias de edades medias de 60 años y con licencias desde al menos 32 años.

Señala que se ha propuesto a los distintos gobiernos locales "innumerables modelos de estructuras, lonas y formatos para unificar y embellecer la plaza, con proyectos costeados por los titulares de las licencias", pese a lo "siempre nos hemos encontrado con la intención expresa de hacer desaparecer nuestro popular mercado o, lo que es lo mismo para nosotros, trasladarlo desde la plaza del Duque".

Así, aunque estos comerciantes llevan "desde el siglo pasado queriendo tener unas carpas dignas, nos quedamos con la boca abierta ante los despliegues que se hacen con los mercados eventuales en la Encarnación, el Prado o la Plaza Nueva, con magníficas estructuras, ya que claramente nos hacen la competencia y nos sentimos abandonados y ninguneados como colectivo".

Por todo ello, rechaza el traslado y considera que los argumentos de Cs son "una estrategia para dar visibilidad a dicho grupo en la búsqueda de titulares y que poco tiene que ver con este colectivo o con la realidad de 52 familias", dejando claro que "no son imputables a este mercado la saturación de las paradas de taxis, transportes urbanos, buses turísticos, carga y descarga y celebraciones museísticas de turno". "Compartimos la plaza en armonía con los grandes almacenes desde 1977", agrega.

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