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DERBI Joaquín lo apuesta todo al verde en el derbi

los invisibles · Guillermo Rayo

"Cuando vuelvo, Sevilla no es la misma; será la melancolía"

  • Vuelve a la ciudad donde fue bachiller, remero y proyecto de economista, donde estudió Teatro y rompió como músico. 

Detrás de Guillermo Rayo, izquierda a derecha, José Mª Sagrista, Rafa Cuevas, José Manuel Seda, Julio Fraga y José María Peña. Oculto, Alex O'Dogherty.

Detrás de Guillermo Rayo, izquierda a derecha, José Mª Sagrista, Rafa Cuevas, José Manuel Seda, Julio Fraga y José María Peña. Oculto, Alex O'Dogherty. / m.j. lópez

Nació un día antes del mayo francés y vino con las revoluciones puestas. Guillermo Rayo (Jerez, 1968) vuelve a casa para tocar esta noche en la Sala X. Estudió Teatro en la promoción más laureada de Sevilla.

-Se hizo músico en Sevilla.

-Tengo siete discos. Los tres primeros los saqué entre 1989 y 1992 con Los Comotoras: A toda máquina, Échale más leña al fuego y No te digo ná.

-¿Se considera músico 'local'?

-Con Juanjo Pizarro y Charli Cepeda hice el disco Guillermo Rayo y los Rockeros Asilvestrados. También estaba Luisma, bajista de Baldomero Torres y sus Cuchillos Afilados.

-¿Dónde se recicla?

-Estuve dos años en Londres y a la vuelta desde 2000 estoy en Madrid. Allí he tocado con músicos de Coque Malla, de Ariel Roth y en Madrid he sacado mis tres discos en solitario: Adicciones, Pro-Testa-Disco Ley y Piedras Rulantes, que presento en Sevilla.

-¿Por qué se va a Madrid?

-¿Qué hacía en Sevilla un tío con mi perfil? Trabajaba en los bares, en el Habanilla, en el Trafalgar. Mi último piso fue en San Marcos con mi novia de entonces. Le alquilaba habitaciones a las guiris que venían a pasar el invierno.

-Pero su vida era puro teatro...

-Estudié Interpretación en el Centro Andaluz de Teatro, pero como soy músico orienté esos conocimientos a mi terreno. La Asamblea Musical es un espectáculo musical con diseño teatral.

-¿Cuál fue su promoción?

-José Luis García Pérez, Alex O'Dogherty, José Manuel Seda, José María Peña, Antonio Garrido, Paco León, Mari Paz Sayago, Paqui Montoya, Belén López.

-La promoción más fértil de la interpretación del sur...

-Todos trabajan en lo suyo menos yo. No soy persona conocida, pero me considero un triunfador. Trabajo en lo que me gusta.

-¿Marca nacer en Jerez?

-Nací allí por accidente. Mi padre era inspector de Educación y lo destinaron allí. Después fuimos a Madrid y con siete años llegué a Sevilla. Aquí están mis raíces: el colegio, el instituto, empecé Económicas, pero me quedé en cuarto. Me parecía más interesante lo de músico que ser economista.

-¿Por eso los alumnos andaluces van mal en ciencias, porque son muy buenos para el arte?

-Lo cierto es que hay tantísimo talento muy mal enfocado.

-¿Vivió la Expo?

-La disfruté. En Isla Mágica formaba parte del cuarteto de guitarristas piratas.

-¿Cómo ha visto Sevilla?

-Lo digo en uno de mis temas, Amor extranjero. Cuando vuelves a tu ciudad, la ves tan diferente que ya no es la misma ciudad. Será la melancolía. Quizás es que yo soy un poco desarraigado.

-¿Qué quedaba en Madrid de la movida?

-Se evaporó por completo.

-¿Ha notado el cambio de Ana Botella a Manuela Carmena?

-Más en la limpieza que en la cultura.

-¿La derecha siente una atracción fatal por la cultura de izquierdas?

-Madrid es una ciudad democrática desde hace muchos años.

-¿Quién le acompaña en su tocata y fuga a Sevilla?

-The Rolingas, unos argentinos obsesionados con los Rolling. Y un gaditano, Miguel Ángel López Blázquez, que es profesor en el Conservatorio de San Sebastián. Y refuerzos como Vicky Luna, la voz soul de Las Niñas, y Ramoncito, el guitarra de Parachokes.

-¿Mantiene vínculos con la 'tribu'?

-Aquí hice remo, fui árbitro de baloncesto, disfruté con la música de Silvio. Viví cinco años en la calle Feria, otros tantos en la Alameda cuando era la Alameda.

-¿Dónde vive en Madrid?

-En Lavapiés. Muchos días vienen debajo de casa cuatro o cinco músicos de Guinea-Bissau y me pongo a tocar. Aprendo con ellos y me dicen maestro.

-¿Hizo algo de teatro?

-La gira con Yerma, montaje del CAT que dirigió Miguel Narros. Formaba parte de la romería.

-¿Esa enseñanza le dio versatilidad?

-Yo creo que sí. He sido reportero de Caiga quien caiga; presentador de No disparen al pianista, último programa de música de Televisión Española.

-¿Se siente Rayo vallecano o Rayo que no cesa?

-Me identifico más con Miguel Hernández, hace falta mucho tesón para seguir en la música. Yo me considero por encima de todo escritor de canciones.

-¿Es permeable a otras músicas?

-La música no tiene fronteras. Con los Rayo Stoned hicimos una versión de Ziggy Stardust, el quinto álbum de David Bowie. De los Rolling puedo cantar casi ochenta temas. Llevo treinta años haciendo de Mick Jagger.

-El último concierto en La Habana antes de la muerte de Fidel Castro...

-Por lo menos eso se llevó.

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