Bien temprano, algo obligado por el calor que impera en Sevilla, Eduardo Berizzo y su cuerpo técnico comenzaron a dirigir el nuevo proyecto sevillista. A la plantilla le queda mucho, por no decir muchísimo, que perfilar, pero el entrenador argentino ya conoció a varios pilares de los que continuarán durante una sesión en la que, lógicamente, primó lo físico, aunque no estuvo exenta de balón.

Acompañado por sus auxiliares, el segundo entrenador Ernesto Marcucci, los ayudantes técnicos Roberto Bonano y Mariano Uglessich, el preparador físico Pablo Fernández y el entrenador de porteros Carlos Kisluk -sustituto de Javi García-, el técnico argentino conoció a 15 de los 17 profesionales que en este pistoletazo de salida tiene a sus órdenes, en espera de los internacionales, y a la decena de canteranos que completan la nómina de jugadores. Faltaron el primer día de clase Ganso y Mariano, que arribaron ayer por la tarde, con permiso del club, debido a las complicadas combinaciones aéreas. Hoy estarán con el resto.

El técnico, junto a sus ayudantes, contempla el trabajo de la plantilla

Un momento del entrenamiento en la ciudad deportiva

Berizzo estuvo muy pendiente de cada actividad, muy extrovertido y bromista. Desde el principio evidencia que tiene otro estilo a la hora de dirigir un grupo, pese a que parte de una idea básica similar a la de Jorge Sampaoli.