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Dejar que junio se derrita

  • El Sevilla espera a que llegue el ejercicio fiscal 2017-18 para que cristalicen gestiones avanzadas

  • Batshuayi, una vía que se activa

Nolito celebra con Sergio Ramos su gol con la selección española en Albania.

Nolito celebra con Sergio Ramos su gol con la selección española en Albania. / juanjo martín / efe

"Lo que no se puede cerrar en dos semanas se puede hacer en tres días", dijo José Castro el pasado jueves a la prensa cuando se le volvió a cuestionar por qué el club no había cerrado aún ningún fichaje para la próxima temporada. El gesto despreocupado del presidente en la respuesta, su media sonrisa, llevaba implícita una respuesta subliminal: el club tiene muy maduradas algunas gestiones, pero la estrategia es dejar pasar los días, que junio se consuma y que entre en vigor un nuevo ejercicio fiscal, el de la temporada 2017-18. Una consigna financiera cada vez más recurrente por Nervión.

Y entre esas gestiones más o menos avanzadas, la que más es Nolito, quien ya habría aceptado la propuesta del Sevilla para prorratear, en un contrato largo, los tres millones de euros netos que percibe por temporada en Inglaterra. Según fuentes cercanas al club, éste ya ha acordado con el Manchester City una cesión con opción de compra y la llegada del sanluqueño al Sevilla es mera cuestión de tiempo. La entrada de julio puede aclararlo todo.

También la posible vuelta de Jesús Navas, que después de agotar su contrato en el Manchester City pretende regresar a su tierra para consumir su carrera futbolística. Pero no a cualquier precio. La primera oferta sevillista no le ha satisfecho y su agencia de representación, Bahía, ejerce de contrapeso esgrimiendo ofertas alternativas. Fuentes cercanas a la negociación apuntan a que se acabará cerrando también por la predisposición de ambas partes, además de la aquiescencia de Eduardo Berizzo.

Los movimientos de la secretaría técnica que van trascendiendo se concentran en la parcela ofensiva. También en su atención a los medios de comunicación el pasado jueves, José Castro matizó ese giro hacia los refuerzos contrastados y maduros que dibujan las líneas maestras de esta pretemporada. El dirigente aseguró que el club mantiene abiertas gestiones por varios jóvenes con hambre de dar el salto, para no perder la costumbre de las temporadas con Monchi al frente de la secretaría técnica.

Y en esa política se circunscribe el nombre de Michal Batshuayi. El delantero internacional por Bélgica recaló en verano de 2016 en el Chelsea procedente del Olympique de Marsella, que percibió por el traspaso unos 39 millones de euros. El chico, de 23 años, ha disputado 28 partidos oficiales de la mano de Antonio Conte, pero esa cifra tiene su letra pequeña: casi todas sus actuaciones han sido residuales, saliendo en los últimos minutos.

En la Premier tomó parte en 20 partidos, pero sólo en 235 minutos. Apenas 12 minutos por encuentro. Aun así, hizo 5 tantos y dio un pase de gol. Necesitó sólo 47 minutos para hacer un gol y suyo fue el que confirmó el título liguero en la antepenúltima jornada, ante el West Bromwich (0-1).

Pese a sus prometedores registros, Conte ha incluido a Batshuayi en una lista de cinco jugadores a los que pretende ceder. La relación la completan los pivotes Nathaniel Chalobah, Ruben Loftus-Cheek y Lewis Baker, más otro joven valor en la órbita sevillista, el central francés Kurt Zouma.

The Timesaseguraba ayer que el hombre que pretende Conte para cubrir la vacante de Batshuayi es un ex sevillista, Fernando Llorente, a quien bien conoce de su etapa en la Juventus. El riojano ha marcado 15 goles en 33 partidos de la Premier durante su primera temporada en el Swansea.

Batshuayi, una aspiración inasequible para Mionchi en su día, es un delantero de un enorme despliegue físico -mide 1,85 metros-, muy trabajador y con grandes recursos para el remate. Un perfil muy complementario con el arsenal ofensivo que ahora mismo dispone Berizzo. Y el Sevilla, a su vez, ofrece al belga el perfil idóneo para que juegue con regularidad: un equipo consolidado en la zona alta de una de las ligas pujantes de Europa y ya habituado a codearse con los grandes del fútbol continental.

Curiosamente, Batshuayi tiene como agente a Meïssa N'Diaye, que también lleva los asuntos del sevillista Ben Yedder.

El ariete tiene contrato con el Chelsea hasta junio de 2021 y su cotización actual está por encima de las posibilidades económicas del Sevilla. La cesión es la vía que le abre las puertas para que pueda recalar en el club de Nervión.

Después de que Carlos Bacca descartara, al menos públicamente -en el fútbol nada se puede descartar hasta el cierre del mercado- la vuelta a Nervión, en el ramillete de aspirantes a reforzar la delantera sevillista para la próxima temporada permanece también Lucas Pérez. Y Jovetic.

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