Hace un cuarto de siglo, el sevillismo vivía posiblemente el momento más histórico de una historía aún moderna y puede que el más ilusionante sin contar la época de los títulos que llegó a partir del año 2006.

Diego Armando Maradona, el mejor futbolista del mundo, se enfundaba la camiseta del Sevilla después de no pocas y difíciles negociaciones, haciendo las maravillas de miles de sevillistas que hicieron posible el récord en el número de socios (más de 36.000) que no ha sido superado hasta hace pocas temporadas.

"Agradezco a los sevillistas, que me recibieron con los brazos abiertos", escribió este miércoles el astro argentino en las redes sociales recordando su debut oficial con la camiseta sevillista, un Athletic-Sevilla en San Mamés que curiosamente recuerda al próximo envite de los de Berizzo en la nueva Catedral en la quinta jornada liguera de la temporada 92-93. Maradona disputó antes un partido amistoso de presentación en el Sánchez-Pizjuán frente al Bayern Múnich organizado por los patrocinadores de su fichaje.

Maradona, alineado de inicio en el aquel once que dispuso Carlos Salvador Bilardo, fue clave en el gol con el que el Sevilla se adelantó en San Mamés. Maradona participó activamente en esa tanto al lanzar un libre directo repelido dificultosamente por el portero después sevillista Valencia, cuyo rechace aprovechó Marcos para marcar el 0-1. El argentino fue sustituido por Bilardo después de que el Athletic empatara por medio de Luque. El argentino mostró su enfado con Bilardo al ser cambiado por Cortijo cuando faltaban poco más de quince minutos para el final (72'). Después, un gol de Ziganda, el actual entrenador del Athletic, dio al traste con la ventaja de los nervionenses, que seguían guardando muchas esperanzas en la llegada de un crack mundial como Diego.