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A la convicción por el orden

  • Simeone, con el mismo bloque de siempre y los refuerzos invernales de Diego Costa y Vitolo, mantiene el pulso liguero cimentando más la solidez

Correa, Lucas, Griezmann, Diego Costa, Vrsaljko y Vitolo, durante un entrenamiento en el Wanda Metropolitano.

Correa, Lucas, Griezmann, Diego Costa, Vrsaljko y Vitolo, durante un entrenamiento en el Wanda Metropolitano. / rodrigo jiménez / efe

Con 55 puntos en 24 partidos, el Atlético de Madrid es el único que le puede toser aún en esta Liga al Barcelona. En una temporada marcada por el fin de la sanción para fichar que le impuso la FIFA, Diego Pablo Simeone ha vuelto a conseguir que su equipo compita, pese a contar con el mismo bloque que en los últimos años, al que el club reforzó en enero, cuando expiró la sanción, con Diego Costa y Vitolo.

Se puede decir que Simeone sólo ha tenido un refuerzo y ha llegado en enero. Diego Costa encajó como un guante en el equipo colchonero, el mejor molde posible para su fútbol de pugna constante, cuerpo a cuerpo y latigazos letales en el área. Vitolo, en cambio, aún no ha podido jugar un partido completo y le está costando hacerse con un sitio en el once. Curiosamente, será la tercera vez que el ex sevillista tenga la oportunidad de jugar en el Sánchez-Pizjuán, tras hacerlo sin éxito con Las Palmas y quedarse en el banquillo en la vuelta de los cuartos de la Copa del Rey.

Pero con ese mismo bloque, más la aportación de un asentado Thomas en su tercera temporada en el primer equipo colchonero, Simeone ha logrado aumentar la cimentación de un equipo que presume de ser el menos goleado de las grandes ligas europeas, con apenas 9 goles en contra en 24 partidos.

Sin balón

Simeone ha metido en su película a Vrsaljko -ya lleva más minutos que en su primer año- y Lucas Hernández. Giménez está consolidado y, aunque está lesionado ahora Savic, no se nota su baja. Godín, aun con menos poder intimidatorio en ataque, sigue muy firme como jefe de una zaga especializada en cerrarse como un armadillo y en bloquear centros y disparos como ninguna otra quizá en todo el orbe futbolístico.

El secreto de Simeone no es tanto que la defensa cumpla su función como su poder de convicción, juegue quien juegue, de que defender es tarea de todos. La mejor prueba de ello es la rapidez de repliegue tras las pérdidas, independientemente del corte de jugador que elija para el centro del campo. Lo que ha perdido con la edad de Gabi, que aún sigue participando mucho, lo ha ganado con la energía de Thomas, un medio centro completísimo de fuerza y técnica que está imponiendo su presencia en la medular, ya sea junto a Koke, junto a Saúl o junto al sempiterno capitán.

Con balón

Elástico como pocos, el Atlético es capaz de atacar en bloque si es preciso, con la profunda incorporación de Vrsaljko y Filipe Luis en los costados y delanteros que combinan muy bien por dentro, a los que se ha unido la fuerza de Diego Costa. Su especialidad, con todo, es el ataque rápido tras robo. Las pérdidas en el inicio de fase ofensiva son letales ante este equipo que puede atacar hasta con cuatro puntas en el frente de ataque, como hizo en busca del 1-0 ante el Athletic: Correa, Griezmann, Diego Costa y Gameiro.

Lo mejor

La solidez y la competitividad.

Lo peor

La creatividad depende mucho de Koke. Y sólo 36 goles.

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