Laliga 1,2,3

La fiesta se salda con un empate (3-3)

  • Sevilla Atlético y Cádiz firman tablas en un choque con un final loco. Marc Gual, de nuevo bigoleador.

Un lance del partido Sevilla Atlético-Cádiz

Un lance del partido Sevilla Atlético-Cádiz / A. Pizarro

Reparto de puntos en la gran fiesta del fútbol que se vivió en el Sánchez-Pizjuán entre el Sevilla Atlético y el Cádiz en un partido que tuvo prácticamente de todo: fases de buen juego en ambos lados, un puñado de goles, y acciones de relumbrón que seguro se podrán ver en los compactados que cada lunes resumen lo mejor de la jornada; el aficionado neutral que vio el partido seguro que lo disfrutó.

Tras un comienzo de choque de muchos voltios, con acciones de tanteo en ambas áreas, fue el conjunto amarillo el que comenzó a llevar el peso del partido, sabedor que necesitaba de un triunfo para dejar prácticamente finiquitado su pase a los play off de ascenso. Ortuño, el máximo goleador del conjunto visitante en lo que va de temporada, gozó de hasta tres ocasiones medianamente claras para adelantar a los suyos, pero en todas ellas el ariete demostró tener la pólvora excesivamente mojada.

Sin embargo, el desparpajo habitual del filial se hizo carne pasada la media hora de partido para poner en ventaja a los locales. Tras una jugada en la banda derecha, la pelota llegó a Ivi, quien aguantó muy bien de espaldas las embestidas de su par y, tras ver con el rabillo del ojo libre a Marc Gual, el madrileño se la cedió al catalán para que éste la empalara con fuerza para batir a Cifuentes, prácticamente inédito hasta entonces.

Instantes antes del descanso llegó el turno del destello mágico al que Borja Lasso tiene (mal) acostumbrada a la afición. El mediapunta se coló por banda derecha, aguantó la presión de los rivales y cedió con un peculiar taconazo a Marc Gual, quien en una posición parecida a la anterior, volvió a batir a Cifuentes. El catalán anda en estado de gracia –nueve de sus trece tantos han llegado en los últimos ocho partidos– y volvió a demostrarlo una vez más.

Comenzó luego el Sevilla Atlético como acabó el primer acto: atacando y pronto probó a Cifuentes con un disparo desde la frontal del área. Sin embargo, los visitantes acortaron antes de los diez minutos de la segunda mitad tras un fuerte disparo de Aketxe de libre directo desde más allá de 25 metros que sorprendió a Caro.

Con un Cádiz más protagonista, y como ocurrió en la primera mitad, el Sevilla Atlético volvió a golpear. Lo hizo tras un absurdo pero inapelable penalti que Aridane cometió sobre Matos, que fue un auténtico puñal en esa fase del duelo. Ivi, con la calma de un veterano, se encargó de convertir la pena máxima y volver a colocar la ventaja de dos tantos para el filial.

Llegó entonces el momento más loco del partido. El conjunto amarillo se fue al ataque para buscar, al menos, rascar un punto. Álvaro, con un disparo excesivamente forzado desde el lateral del área, mandó el primer aviso a Caro para que éste no se confiara. El propio guardameta local fue uno de los protagonistas del segundo tanto forastero. Tras una mala salida, dejó la pelota muerta para que, de nuevo Álvaro, la cazara en la frontal y elevara la bola hasta colarse en la portería sin que ningún defensa pudiera evitarlo.

Curro tuvo la sentencia en sus botas tras un buen pase de Cotán, aunque como respuesta, llegó el tercero. Tras varias tánganas saldadas con amarillas, llegó un córner en el que varios rebotes facilitaron que Abdullah rematara para colocar el empate.

Pero el Sevilla Atlético era el protagonista de la fiesta y quería morir matando. Ivi, con varios lanzamientos de libre directo, y Cotán, tuvieron la opción de colocar el cuarto en los últimos minutos. Sin embargo, Cifuentes evitó la derrota de su equipo.

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