No podía disimular Ernesto Marcucci su rostro serio al término del partido, consciente de la mala actuación que firmó su equipo en el Santiago Bernabéu y de que la dolorosa goleada encajada puede traer cola.

"El vestuario ha quedado mal. El gol en el primer minuto... Son cosas que uno habla, habla y habla, pero que no se pueden corregir. Eso modificó todo el partido y a la contra nos hicieron mucho daño. En el uno contra uno, en el golpe por golpe, nos vimos totalmente desfavorecidos. No era el partido que imaginábamos", resumió el segundo entrenador del Sevilla.

No es fácil anotar cinco goles al Sevilla; me alegro por los jugadores"

Más que la derrota, que podía entrar en las quinielas de muchos, lo que dolió a Marcucci fueron las formas en que se consumó: "Perder en el Bernabéu no es una cosa de otro mundo. La manera molesta más que la derrota"

"Y hace 15 días estos jugadores eran la sensación de Europa por levantar la cabeza ante el Liverpool", recordaba con amargura.

Siempre comedido y prudente en sus intervenciones ante los medios, el técnico declinó analizar el resultado en caliente -"tengo que tomarme tiempo para ver lo que pasó, no puedo decir cosas de las que me arrepentiría"-, aunque no negó que fue "un mal resultado tras un primer tiempo muy malo".

Y eso que el Sevilla aterrizó en Madrid "con un nivel anímico muy importante", como recordó Marcucci. "Pero ahora se nos derrumba un poco la inercia positiva con la que veníamos, así que toca levantarse desde cero", apostilló.

Preguntado por cómo creía que se sentiría el aficionado, el argentino pidió "que siga confiando", bajo el argumento de que el Sevilla "es un equipo valiente de jugadores que se van a levantar". "El próximo viernes ante el Levante los necesitamos más que nunca", remarcó.

Y para concluir, un dato ciertamente alentador: "El calendario nos puso en la primera vuelta a visitar estadios muy difíciles, así que esperamos poder reconstruir eso en la segunda".