Liga 1|2|3

¿Otra vez? Sí, otra vez

  • El Sevilla Atlético suma su enésima derrota ante el Rayo Vallecano en un duelo en el que volvió a quedarse sin gol 

  • Curro estampó una pelota en el palo

Una de las jugadas del partido.

Una de las jugadas del partido. / Rayo Vallecano

El Sevilla Atlético se asoma, lenta y dolorosamente, a la Segunda División B después de caer ante el Rayo y sumar su décima derrota de la temporada. ¿Otra vez? Sí, otra vez. Parafraseando al presidente de la entidad, el equipo entrenado por Luis García Tevenet volvió a hincar la rodilla ante el equipo madrileño en un partido en el que, sí, otra vez, volvió a quedarse sin ver puerta para hacer una docena de partidos sin ser capaces de perforar la meta rival. Y así es imposible. Un nuevo varapalo en la semana en la que, sí, otra vez, el primer equipo logró el pase a la final de la Copa del Rey.

De esta forma, el filial sevillista se ha convertido en el equipo que menos goles ha anotado de la Liga 1|2|3 (16). Y mantener la categoría con estos registros se hace muy complicado, salvo que tengas un muro en la defensa, algo que tampoco ocurre. Da igual el planteamiento, sin delantero nato, con uno o con dos, apuesta ayer de Tevenet con Marc Gual y Carlos Fernández: el equipo sigue sin ver puerta.

En el estadio vallecano la ocasión más clara del partido para los esta vez franjiblancos se topó con la base del poste. Al filo del descanso, tras una primera parte en la que los que aguantaran despiertos debieron llevarse un premio, el canterano sevillista recibió un buen pase dentro del área de Aburjania, se plantó ante Alberto y lo superó con un sutil toque, aunque la madera, en primera instancia, y el guardameta rayista después, impidieron el tanto sevillista.

Antes, poco que destacar. La primera parte contó con muchos intentos lejanos del Rayo Vallecano, bien repelidos todos por Juan Soriano, y con algún tímido acercamiento de los visitantes, como en un córner rematado por Konyk que el meta local respondió bien.

La segunda parte sí contó con más acción. Comenzó el bando sevillista con una buena contra que terminó en Marc Gual, que recortó y se sacó un buen disparo que repelió bien el meta local para enviar a córner.

La verdad es que el caso del atacante catalán es de estudio. El día y la noche con respecto a la versión que ofreció el pasado curso. En esta temporada se lo ve obcecado en la individualidad, en el regate excesivo, y eso lo lleva a apenas cede balones a sus compañeros. Falla en muchas de las decisiones que toma. Quizás sea porque sabe que puede dar más, y que su equipo lo espera como agua de mayo. Pero ésta no es la vía y el tiempo se agota.

Quizás en los mejores minutos del cuadro visitante, que salió más enchufado tras el paso por vestuarios, llegó el zarpazo local, que minaba las esperanzas de sacar algo positivo del estadio vallecano. Tras un córner, Javi Guerra, recién salido al campo, remataba desde el punto de penalti después de dejar atrás la marca de Álex Muñoz.

Fue entonces cuando el equipo de Tevenet se hundió. Aburjania, con un tímido disparo desde la frontal, intentaba mantener arriba el espíritu luchador de su equipo. Pero era imposible. El campo se había inclinado hacia la portería de Juan Soriano, que vio cómo comenzaban a dispararle, desde lejos, los jugadores franjirrojos.

Carlos Fernández lo intentó con un fuerte disparo, como tratando de demostrar que todavía quedaba garra en su equipo, pero lo cierto es que la sentencia estaba al llegar. Pudo marcar el segundo el Rayo si Embarba hubiera aprovechado la imprecisión de Konyk y Álex Muñoz en la defensa, pero lo cierto es que llegó, en forma de golazo, por parte de Bebe. El futbolista luso, en el último suspiro del partido, pegó un zapatazo desde unos 25 metros que hizo varios extraños en su camino hacia la portería ante los que Juan Soriano no supo reaccionar.

Así las cosas, décima derrota de la temporada del filial sevillista, la quinta de forma consecutiva, que pone la salvación más difícil todavía, a 14 puntos y con una jornada menos en el calendario.

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