Sistema financiero

La catarsis de Cajasur

  • El día de fin de año concluyó más de siglo y medio de historia de Cajasur; al día siguiente comienza la andadura de BBK Cajasur

Francisco Javier Domínguez

Cajasur es un punto y aparte en la historia de las cajas en España. El relato del desencuentro de los antiguos responsables de la entidad cordobesa con los de Unicaja termina con su intervención y con la adjudicación a la BBK, la caja más solvente al cierre de 2010. El caso Cajasur alcanza además una gran dimensión mediática por dos razones: la primera porque supone la actuación del Banco de España en un momento en el que las dudas sobre la economía española ponen en entredicho al Gobierno, que se encuentra en plena generación de reformas porque se ven venir procesos de intervención como el de Grecia. La segunda clave de esta actuación del Fondo de Reestructuración Ordenada bancaria (FROB) en Cajasur afecta a la política económica andaluza, pues intervenida la entidad cordobesa y adjudicada después a la BBK se desbarata el sueño de la Junta de crear una caja potente.

Y es que el último año de Cajasur está plagado de advertencias, amenazas y negociaciones frustradas. 2010 comienza con la resaca de un final de 2009 en el que ya estuvieron a punto de quebrarse los acuerdos con Unicaja. Solo el Banco de España puede presionar para que siga adelante la fusión y las dos partes firmen el plan de negocio integrado. Cajasur cierra 2009 con unas pérdidas de 596 millones que el ex presidente de la entidad, Santiago Gómez Sierra, justifica con las provisiones desarrolladas para afrontar la fusión. Así, el 13 de enero, las dos entidades aprueban los estatutos de la unión y a final de este mes desembarca en Córdoba uno de los hombres fuertes de Unicaja, Manuel Azuaga, ex presidente de Iberia, que ejercería como coordinador del proceso. Pese a que el aparato normativo de la unión está encarrilado, no hay acuerdo laboral y Unicaja dilata los plazos de las mesas de negociación con los empleados sin entregar documentación a los sindicatos a la vez que la Iglesia hace de la cuestión laboral su caballo de batalla: sin acuerdo laboral no habrá fusión y el principal sindicato de la entidad cordobesa, Aspromonte, hace causa común. La falta de confianza por ambas partes lleva al proceso a un punto muerto que dura hasta mayo.

El Banco de España pone plazo con una circular a las dos cajas y les indica que la fusión debe hacerse antes del 21 de mayo. Las entidades agotan este margen porque incluso un día antes de la fecha tope no hay nada en firme sobre el recorte de plantilla. La negociación es maratoniana y se prolonga durante la madrugada del 21. Se convocan distintas mesas y Braulio Medel se faja con los sindicatos. Ni la Iglesia ni Aspromonte dan por buenas las propuestas de Unicaja Los consejos de administración comienzan por la tarde sin acuerdo y con la negociación abierta en Málaga. Sobre las 20:00 se notifica que hay consenso, aunque de forma verbal. Unicaja aprueba y Cajasur no. Los representantes del Cabildo sostienen que no se fían de lo acordado en Málaga y votan en contra de la unión junto con el representante de Aspromonte y la mayoría de los impositores. La fusión queda frustrada y se produce la intervención. Pasados dos meses, el Banco de España adjudica el negocio de la entidad intervenida a BBK, que designa a José Carlos Pla para que capitanee junto a los administradores del FROB el nacimiento de BBK Bank Cajasur. Durante el proceso de administración compartida surgen reclamaciones de la Iglesia sobre la valoración de la entidad pero eso no es óbice para que el 23 de noviembre se convoque la asamblea de la caja cordobesa que aprueba el traspaso del negocio a BBK. El 31 de diciembre termina más de un siglo y medio de historia de caja de ahorros y al día siguiente, como si de una catarsis se tratara, comienza la andadura de BBK Bank Cajasur.

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