La Policía ha localizado hoy, sobre las siete y media de la mañana, el cadáver de una mujer, de entre 35 y 40 años, con posibles signos de violencia en el parque madrileño de Pradolongo, en un lugar conocido como la Pirámide.
La víctima presenta traumatismo facial y lesiones que se desconoce si han sido causadas por una agresión violenta.
La mujer, que tiene rasgos sudamericanos y todavía no ha sido identificada, fue encontrada por un particular que en ese momento paseaba por este parque, situado en el distrito de Usera y cercano al Hospital Doce de Octubre.
El personal de jardinería del parque fue el avisó a Emergencias del suceso y los sanitarios del Samur que acudieron hasta la zona sólo han podido certificar su muerte.
Por otro lado, el cadáver carbonizado y degollado que apareció el sábado por la mañana en una finca de Cartagena podría ser el de una mujer desaparecida en el municipio de Torre Pacheco, según ha informado hoy un periódico local. Aunque ni la Guardia Civil, que dirige la investigación, ni la delegación del Gobierno en Murcia han confirmado la noticia, el diario, citando fuentes de la Benemérita indica que un anillo encontrado en el cadáver fue identificado el domingo por el marido de la mujer desaparecida.
El diario regional afirma que se trataría de la joven vecina de Torre Pacheco cuya desaparición denunció su familia el mismo sábado, y que precisamente era una de las opciones que los investigadores barajaban desde el principio.
A pesar de que el estado del cuerpo, quemado por los asesinos, los investigadores encontraron un anillo que fue enviado el domingo al marido de la joven desaparecida de Torre Pacheco, un camionero que se encontraba realizando un transporte en Galicia. El hombre, según fuentes próximas a la investigación, reconoció el anillo como perteneciente a su esposa.
Otro de los avances de la investigación, según revela el diario regional, se refiere a la autoría y es que las fuentes de la investigación están convencidas de que el crimen no fue obra de una sola persona, sino que fueron varios los autores; al menos dos.
La joven, de entre 20 y 30 años, fue sometida a vejaciones antes de ser asesinada. Tras la violación, fue degollada y los autores golpearon con saña su rostro con el objeto de desfigurarla y dificultar su identificación. Con la misma finalidad le seccionaron los cinco dedos de la mano derecha y por último quemaron su cadáver tras rociarlo con un líquido inflamable.
El cuerpo fue encontrado el sábado por la mañana, al lado de un bancal de alcachofas, por el jefe de una finca agrícola que había ido al lugar a dejar la cuadrilla de jornaleros.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios