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Sociedad

Científicos españoles encuentran en Tanzania restos de un niño de hace 1,5 millones de años

  • Los signos de anemia en el esqueleto apoyan la hipótesis de que los ancestros humanos ya eran dependientes del consumo de carne para su supervivencia.

Un equipo de científicos españoles, liderados por los responsables del Instituto de Evolución en África (IDEA), ha encontrado restos fósiles de un niño que vivió hace 1,5 millones de años en la Garganta de Olduvai (Tanzania), considerada la cuna de la Humanidad por la Unesco. El hallazgo, publicado en la revista científica Plos One, consiste en un fragmento craneal de un menor de dos años, que presenta una patología (hiperostosis porotica) que se relaciona comúnmente con la anemia.

Este equipo de investigadores, liderados por el arqueólogo de la Universidad Complutense de Madrid Manuel Domínguez-Rodrigo, justifican en su trabajo cómo esta anemia apoya la hipótesis de que los ancestros humanos de cronologías muy antiguas ya eran dependientes del consumo de carne para su supervivencia, lo que indica que la fisiología humana "podría haber surgido mucho antes de lo que se pensaba hasta ahora". La patología que presentaba este niño, de menos de dos años, se entiende como el resultado de la falta de consumo de B9 y vitaminas B12. Estas vitaminas se obtienen a través del consumo de carne en las sabanas modernas africanas. 

El esqueleto encontrado del niño, del que se desconoce el sexo, indica que probablemente murió durante el periodo de destete, cuando los alimentos sólidos (sin carne) comenzaban a incluirse en su dieta, según explican los investigadores. Pero esa leche materna era "nutricionalmente deficiente" debido a la falta de consumo de carne por parte de la madre. Posteriormente, una fisiología humana adaptada al consumo frecuente de carne, como el de la especie Homo sapiens, parece haber surgido por lo menos hace 1,5 millones de años. Esta dependencia apoya la hipótesis de que los humanos primitivos fueron cazadores activos en lugar de carroñeros. 

Primeras evidencias del consumo de carne

Los arqueólogos han debatido durante décadas cuándo y cómo se convirtió la carne en un elemento importante en la evolución humana. Las primeras evidencias de su consumo se encuentran en lugares de hace 2,6 millones de años en África Oriental, en forma de herramientas de piedra y huesos con marcas de corte. Sin embargo, esto ha sido "insuficiente" para documentar si era un recurso habitual o esporádico en la alimentación de los antepasados.

Algunos investigadores argumentan que los primeros seres humanos eran carroñeros, se alimentaban de restos de animales muertos causados por otros carnívoros. También argumentan que este carroñeo fue episódico y ocurría sólo estacionalmente en hábitats de sabana específicos. Por ello, estos investigadores defienden que el consumo de carne era marginal, como un alimento de reserva cuando otros los recursos eran escasos, como es el caso entre los chimpancés. Sin embargo, otros investigadores sostienen que los primeros seres humanos fueron cazadores, lo que les permitiría el acceso a grandes fuentes de carne que podían compartir, como los cazadores-recolectores modernos. Bajo esta interpretación, la carne era un componente esencial de la dieta de nuestros ancestros hace casi dos millones de años.

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